Mañana a partir de las 9 horas, empresas y sindicatos de la estiba vuelven a retomar las negociaciones para la renovación del Convenio Colectivo. Previsiblemente no habrá acuerdos de calado, aunque el encuentro puede servir para encauzar futuras reuniones y allanar algo el camino.

Empresas y sindicatos de la estiba retoman mañana las negociaciones para renovar el Convenio Colectivo

Y es que en esta reunión tanto empresas como sindicatos van a decidir si aceptan o no la presencia de un observador o árbitro neutral que pueda acercar posiciones en asuntos tan espinosos como la reducción de salarios o la composición de los equipos de trabajo. En ambos casos, las posturas hoy por hoy son “inflexibles”, tal y como reconocen fuentes de la negociación a esta publicación. Las empresas ya han dejado claro que quieren reducir costes, y lo quieren hacer bajando salarios -lo han llegado a cifrar en un 30%- y reduciendo el número de estibadores en las manos.

Por su parte, los estibadores ya dejaron claro en su última Asamblea que no van a aceptar ni una rebaja en los salarios ni una reducción en la composición de los equipos de trabajo.

Los sindicatos se muestran partidarios de seguir negociando y logrando acuerdos que redunden en una optimización de los recursos, tanto materiales como humanos. Desde el sindicato mayoritario en el Comité de Empresa de SEVASA-SAGEP, Coordinadora, se mantiene la mano tendida para mantener las negociaciones: “Siempre estaremos dispuestos a hablar de medidas que impliquen ahorro y que aumenten la operatividad en las terminales, pero no vamos a aceptar ni rebaja de salarios ni cambios en la composición de las manos”.

En ese sentido, desde Coordinadora aseguran que “nosotros no vemos ni mal ni bien que haya un observador. Si eso va a servir para mantener el diálogo y poder llegar a acuerdos, nos parece bien”, aunque matizan que hasta ahora las conversaciones han sido difíciles por la “falta de interlocución” en la parte empresarial, algo que el propio Antolín Goya, coordinador general del sindicato, pudo constatar en su última visita el puerto de Valencia.

Otras fuentes sindicales consultadas, sin embargo, se muestran algo más escépticas con la presencia de dicho observador neutral. “No sabemos si contar con una especie de árbitro va a servir de algo, porque hay una de las partes aquí que no quiere negociar y está enrocada en sus posiciones”, afirman.