El presidente de la Fundación Valenciaport y de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar, y el presidente del Comité de Regulación Ferroviaria y ex-director general de Transporte Terrestre, Juan Miguel Sánchez, firmaron ayer un convenio marco de colaboración entre ambas entidades del que se derivarán futuros acuerdos específicos para fomentar el transporte ferroviario de mercancías.

Ramón Gómez-Ferrer, director general de la Autoridad Portuaria de Valencia, Juan Miguel Sánchez, presidente del Comité de Regulación Ferroviaria (CRF), Rafael Aznar, presidente de la APV y de la Fundación Valenciaport, y Vicente del Río, gerente de la Fundación Valenciaport

Sánchez destacó la importancia de este acuerdo para un órgano de reciente creación y consecuencia de la liberalización del mercado ferroviario, que tiene competencias no sólo en lo que afecta al administrador de infraestructuras sino también sobre todo aquello que atañe al mercado, es decir, la logística, los cargadores, la comunidad logística y portuaria, etc. Además, alabó el trabajo que realiza la Fundación Valenciaport, que traspasa los límites nacionales y tiene una importante repercusión en Latinoamérica.

Por su parte, Rafael Aznar recordó que el puerto de Valencia ha intentado siempre trabajar con una estrategia de anticipación y vanguardia y con una apuesta clara en favor de la intermodalidad. “No en vano somos el puerto que mayor cuota de transporte ferroviario y de presencia en el corredor Madrid-Valencia”, señaló el presidente de Valenciaport.

“El CRF tiene un papel importantísimo que realizar, en vigilancia y como elemento impulsor, por lo que estamos muy satisfechos de formalizar con este acuerdo lo que ya venía haciéndose y confiar en desarrollos futuros”, añadió Rafael Aznar.

El CFR
En el nuevo escenario del sector ferroviario español el Comité de Regulación Ferroviaria pretende cumplir el papel de autoridad que trate de resolver los conflictos que se generen entre el gestor de las infraestructuras ferroviarias (Adif) y las empresas ferroviarias y también entre los propios operadores. “Básicamente se trata de supervisar que no exite discriminación y haya igualdad de trato ante ante la ley”, explicó Juan Miguel sánchez.

Juan Miguel Sánchez y Rafael Aznar suscribieron el acuerdo

De esta forma, el CRF se suma a la Unión Europea y Fomento como reguladores de la actividad en un ámbito en el que crecen los actores: Adif, Cetren (centro de formación), Renfe Operadora y empresas ferroviarias, candidatos autorizados (comercializadores y cargadores) y
fabricantes de material y otros proveedores.

“No sólo había que considerar que el regulador fuera independiente sino que había que sopesar cómo se iba a desarrollar el mantenimiento de trenes- continuó Sánchez -. Renfe no puede mantener trenes de la competencia en igualdad de precio y con las mismas condiciones”. Lo mismo ocurre con el material móvil, que es uno de los elementos más costosos para el acceso al mercado.

“Parte del fracaso del transporte de mercancías o de su no florecimiento yo lo acharía a defectos de diseño del sistema. Se han tomado decisiones importantes, pero luego las relaciones con los sindicatos o las fuerzas del sistema no han generado una buena respuesta”, aseguró.

“Otro tema a considerar es que Renfe tenía, y tiene, una cpaacidad y medios tremendos y eso debería abrirse a todos los operadores - recordó el presidente del CRF-. De hecho, ya hay escuelas de formación, como Cetren y otros centros privados, aunque la llave de todo la sigue teniendo Renfe y es fundamental un cambio si queremos un sistema liberalizado”. “Si salimos del monopolio anterior y no diseñamos un sistema que funciome como un conjunto articulados estaremos abocados a equivocarnos”, alertó Juan Miguel Sánchez.

La jornada estuvo abierta a la comunidad portuaria

En el nuevo marco regulatorio aparecen también otros administradores y gestores, como las autoridades portuarias que tienen el control dentro de los recintos o FEVE (que se exringuirá a final de año), al tiempo que surgen los llamados candidatos autorizados, que nos son empresas ferroviarias ni tienen equipos pero que pueden participar en el mercado pidiendo a Adif capacidad, es decir, surcos. No obstante, esta última figura apenas se utiliza en España.

Según el Observatorio de de los Pirineos, atraviesan la frontera cada día 19.800 camiones y sólo 400 vagones. La desproporción es obvia y también lo es la cuota del ferrocarril en el transporte de mercancías sobre el resto de modos, un 2,46% y un 3,6% si sólo se compara, en el ámbito del transporte terrestre, con la carretera.

¿Hay competencia real?
A pesar de la liberalización del sector, el predominio de Renfe en todos los ámbitos del transporte ferroviario es indudable. Formación, equipamientos...En cualquier área la compañía que ha tenido el monopolio en España en las últimas décadas sigue teniendo claras ventajas competitivas sobre el resto de empresas.

En la actualidad son quince las empresas ferroviarias con licencia en España, incluyendo a Renfe, pero sólo siete de ellas operan en el mercado de mercancías. En el otro mercado, el internacional de viajeros, no ha habido interés todavía por parte de ninguna otra empresa diferente a Renfe.

“En el transporte de mercancías sí hay competencia, pero con la presencia del gran monstruo que es Renfe y con empresas en juego que sólo llevan operando desde 2006 ó 2007 en el mejor de los casos”, señalaba ayer Juan Miguel Sánchez.

No obstante, de acuerdo a los datos de Adif la proporción de participación de terceras empresas en kilómetros ha pasado del 12% en 2011 al 16% este año. En toneladas kilómetros la diferencia no es tan radical, pero sigue siendo muy importante.