Una de las claves de su mandato va a ser el diálogo constante con la AP de Valencia. ¿Cómo se va a materializar esto?
El diálogo como medida clave para evitar la conflictividad en el sector. Se materializará formando parte de las diferentes Mesas de Diálogo y siendo protagonistas en ellas: aportando iniciativas y facilitando los consensos tan necesarios en estos momentos.

El recién elegido presidente de Transcont, en la imagen

La situación del PIF en el puerto es una de las principales quejas de los transportistas y, según explican, aleja a clientes. ¿Qué proponen para solucionarlo?
Nos consta que la APV ya lleva tiempo trabajando a través de la Marca de Garantía en este asunto, pese a ello, creemos que podría ser más efectivo el tratar directamente con las empresas implicadas. Nosotros, por nuestra parte, estamos dispuestos a hacer los esfuerzos que sean necesarios.

Transcont Valencia quiere hacer una grupo empresarial con las empresas que disponen. ¿Qué beneficios va a tener esto para los socios?
En primer lugar, reducir los costes de nuestros asociados aprovechando nuestra gran fuerza de consumo como medida necesaria para resistir la crisis. Pero también vamos a poder ofrecer servicios cada día de mejor calidad. Creemos firmemente en la economía social y en nuestro potencial.

La mejora de la competitividad es otro de las señas de identidad con las que quiere afrontar su próximo mandato. ¿Cómo se puede ser más competitivo, cuando el gasóleo es cada vez más caro, y, además, desde la UE se insiste en la aplicación de la Euroviñeta (algunos países ya lo aplican y, a partir de 2012, previsiblemente en Francia)?

La competitividad no es sólo precios bajos. Estamos desarrollando un Plan Estratégico para adaptarnos mejor a un entorno tan difícil de manera que nos sitúe como una de las empresas referentes en el puerto de Valencia. Aprovechando las sinergias de los transportistas autónomos podremos ser capaces de cubrir todas y cada una de las necesidades que nuestros clientes puedan tener.

El transporte terrestre se ha visto muy perjudicado por los efectos de la crisis económica. Eso, añadido a que la legislación, cada vez más, apuesta por darle un papel protagonista al ferrocarril... Todo esto puede hacer peligrar los empleos y la flota del sector. ¿Qué opina que el ferrocarril sea la reivindicación principal de grupos empresariales y Administraciones de diferentes colores políticos?

Es evidente que si. Nosotros pensamos que justamente ahora no es el momento de destruir puestos de trabajo, más bien todo lo contrario. Quizás la gente no sepa que el tren está subvencionado con nuestros impuestos, es decir, que estamos compitiendo con un medio de transporte que disfruta de ayudas estatales mientras el camión cada día sufre más unas subidas impositivas que resultan totalmente insostenibles.

El transporte y el comercio internacional han cambiado. ¿Tiene que actualizarse el transporte de contenedores?
El transporte de contenedores es ya un referente y, en la medida que seamos capaces de adaptarnos a los nuevos retos, continuará siendólo. Cada colectivo hará sus reflexiones, nosotros ya las hemos hecho y creemos que estamos en disposición de afrontar el futuro en las mejores condiciones.

¿Se están cumpliendo los acuerdos de la Mesa del Transporte, especialmente, en lo que hace referencia a los plazos de pago?
No. Nosotros propusimos que en las ordenes de transporte se reflejará el plazo de pago, tanto como el precio y el recargo por combustible como garantía de transparencia. Hasta que la Administración no se moje y exija el cumplimiento de la LOTT así como la Ley de Morosidad de una manera realmente efectiva, va a ser muy difícil resolver este problema.