La hora está marcada en rojo: las 8.45 de la mañana del día de hoy. El estridente sonido -mucho mayor que el de sus hermanos pequeños de la F-3- de los bólidos de la Fórmula 1 rasgará como un cuchillo el entorno acústico de la ciudad del Turia.

Mucho se ha dicho, mucho se ha escrito, mucho se ha hablado. Las expectativas son máximas.

Hoy, todas las impresiones quedarán patentes sobre el terreno. En pleno vendaval -mediático, humano, político-, aún hay momentos para analizar las últimas conclusiones de la prueba.

El secretario autonómico de Infraestructuras, Victoriano Sánchez-Barcaiztegui, recuerda que la disputa del Gran Premio de Europa acarrerá un ‘coste 0’ a las arcas de la Generalitat, “todo el dinero que hemos adelantado -las últimas cifras apuntan a 63,5 millones de euros- retornará de forma íntegra”.

La urbanización de la zona del PAI del Grau -donde se ha se han llevado a cabo las obras de mayor envergadura- se recuperará a través de convenios con el ayuntamiento. El dispendio económico realizado en la zona de la Marina se recuperará a través de diversas concesiones.

Con la certidumbre económica como principal argumento, el portavoz no duda a la hora de destacar el principal escollo con el que se ha encontrado el proyecto: el tiempo. El proyecto ha debido desarrollarse en todo un tiempo récord: nueve meses.

En ese lapso temporal se ha llevado a cabo la descontaminación y adecuación de la zona del Grao, la adaptación de la Marina y la construcción de la zona de boxes en los tinglados 4 y 5 -realizada en tan solo tres meses-. Un ingente trabajo que ha causado más de un quebradero de cabeza.

Las previsiones apuntan que en cada edición se llevarán a cabo diversos operaciones rutinarias -montaje y desmontaje de boxes, jardinería-, de menor incidencia.

El camino ha sido largo. Sin embargo, los responsables respiran tranquilos. Victoriano Sánchez-Barcaiztegui defiende que “todo está a punto, lo podemos decir sin ningún problema”.

Más claro se muestra Jorge Martínez Aspar -representante de Valmor y una de las caras amables de la organización del circuito- “se ha sufrido muchísmo, pero ahora no falta nada.

Todos -Valmor, Ayuntamiento, Generalitat- hemos hecho un gran trabajo”.

El ex-piloto expuso que “ahora estoy con la gente del sector, profesionales acostumbrados a visitar los circuitos, que saben de lo que hablan... las sensaciones son buenas y estoy ansioso por empezar”. Hoy ya no debe esperar. La cuenta atrás ha finalizado.

La zona volverá a la normalidad el domingo
La llegada de la Fórmula 1 al puerto de Valencia causará que las zonas circundantes se vean inundadas de una auténtica marea humana. Los organizadores apuntan a que “la normalidad volverá el domingo por la noche”. Jorge Martínez Aspar confirmó que el puente rotativo se abrirá a las seis de la tarde. A su vez, las barreras también se levantarán de forma gradual desde el domingo por la tarde. Parece que todo está previsto.

“Aún quedan algunas entradas para el circuito”
Quedan pocas horas para la llegada de la Fórmula-1. La expectación es máxima, pero las entradas aún no se han vendido.

Jorge Martínez Aspar comentó que “la venta de entradas va a buen ritmo, creo que quedan; pero son muy pocas”.

El portavoz de Valmor explicó que “el segmento de los tickets más caros sí está practicamente finiquitado, todo lo que queda en cola son las entradas relativamente más baratas”. Quizá aún está a tiempo si quiere presencia in situ el circuito.

Las obras, en cifras
Se han utilizado 12.000 columnas de grava de 13 metros que han permitido estabilizar el terreno en el delta del río Túria

Los terrenos se han rellenado con 1.700.000 metros cúbicos de tierra, en su mayoría procedentes de las excavaciones del nuevo estadio del Valencia

En la urbanización de la zona de El Grau se han destinado 53 kilómetros de canalizaciones de distinto tipo

El recrecido de los muelles se ha llevado a cabo gracias a un total de 1.850 pilotes de 36 metros de profundidad

La zona contará con 7.700 metros cuadrados de zonas verdes

La estructura de los tinglados se ha realizado con 1.000 toneladas de hormigón