Tras el aprobado registrado con la llegada de la F-3 al ‘Valencia Street Circuit’, el Ayuntamiento no quiere dejar ningún cabo suelto para el Gran Premio de Europa de Fórmula 1.

Por ello, la semana pasada una dotación del cuerpo de bomberos del Parque Marítimo se trasladó a la calle J.J. Dómine para inspeccionar algunas de las fachadas de la zona circundante al circuito, ante el previsible aumento de la vibración con la llegada del Gran Premio de Europa.

Joaquín Castaño -cabo del parque de bomberos- lideró parte de las operaciones en la zona, junto a otros profesionales de la extinción de incendios.

Castaño explicó que “se trata de realizar algunas pruebas parecidas a las que se coordinan en Fallas con la celebración de las grandes mascletaes”.

Hasta J.J. Dómine se trasladó una Bup (Bomba Urbana Pesada) y una A.E.A-30 (Autoescalera Mecánica de treinta metros).

La prueba comenzó a las diez de la mañana, finalizando a la una del mediodía. Castaño expuso que “salvo alguna deficiencia aislada, no ha habido problemas”.

La F-1 espera. Toda precaución es poca.

Valmor continúa con el dispositivo de seguridad
La firma Valmor -empresa privada encargada de que el próximo Gran Premio de Europa discurra con total normalidad- sigue avanzando en el cierre de los últimos flecos de la competición.

Durante la semana pasada se instalaron diversos puntos de control y vigilancia en la calle J.J. Dómine. Se trata de terminales que se encargarán de la vigilancia de la zona circundante al Gran Premio. Las cámaras forman parte del dispositivo de seguridad externo, ya que los jueces de pista controlarán el recorrido a través de módulos y nexos internos.