El nuevo barco del Desafío Español, el TP52, fue botado en la mañana de ayer en la sede que el equipo tiene en el puerto de Valencia.
Se trata del barco con el que el equipo español afrontará el circuito Med Cup del 2008, cuya primera prueba se disputará en Alicante a partir del próximo lunes 12, y que está considerado como el circuito más importante de vela que se celebra a nivel mundial, tanto por las condiciones técnicas de los barcos como por la calidad de sus patrones y tripulaciones.
La nueva unidad tiene una eslora de 15,85 metros, una manga de 4,42 metros y un peso de 5,8 toneladas. Su calado es de 3,20 metros y su superficie vélica máxima es de 340 metros cuadrados.
La presidenta de Les Corts Valencianes, Milagrosa Martínez, actuó como madrina del buque, rompiendo la tradicional botella de cava en la proa del TP52. En el acto, la presidenta manifestó su convencimiento de que con este barco, “se van a conseguir grandes gestas, que el Desafío incrementará todavía más su fantástico nivel competitivo y que en las regatas que se celebren en todo el mundo serán un digno competidor, siempre a la vanguardia”.
Por otra parte, el director técnico general deportivo del Desafío Español, Agustín Zulueta, agradeció a los patrocinadores (Iberdrola, Comunitat Valenciana y Quebramar) “su contínuo apoyo”, además de “desear suerte a este equipo”. También recordó que el Desafío sigue trabajando “para que la próxima edición de la America’s Cup se celebre en el puerto de Valencia”.
Como conclusión, Zulueta señaló -haciendo mención a las palabras de su patrocinador- “que hemos hecho las cosas bien y vamos a seguir haciéndolas bien”, puesto que el programa para este año “ha comenzado con la victoria del GP42 en aguas italianas”, según Zulueta.
En el acto también participó Pablo Rosano, jefe de construcción del TP52, quien se mostró “muy agradecido” por haberle confiado la construcción de la nave. Contó, como anécdota, que un día recibió “allá por el mes de enero, el encargo de construir una nave, con la gente que teníamos, y con los medios que teníamos”. Tras mucho esfuerzo, y 3,5 meses de trabajo “aquí está el TP52, ¡y flotando!”.
Rosano concluyó diciendo que si el equipo pone las mismas ganas en la regata que en la construcción del barco, “quedamos primeros, seguro”.