En concreto, el ejercicio supuso la evacuación de los tres edificios que albergan las oficinas principales de la terminal, en los que trabajan alrededor de cincuenta personas.

El desarrollo del ejercicio, que se inició con el sonido de una alarma sin previo aviso, incluyó la simulación de heridos, estuvo supervisado por ocho personas entre empleados de vigilancia privada y del servicio de prevención de la mutua contrada por Marítima Valenciana y personal propio de la empresa.

Así, en esta ocasión no se contó con medios externos como bomberos y ambulancias, aunque desde la dirección técnica apuntaron que sí que se ha planteado su intervención en futuros simulacros.

Según el director técnico de Marítima Valenciana, Miguel Canillas, el objetivo de este ejercicio parcial era poner en marcha los equipos de emergencia para medir los tiempos de evacuación y la capacidad de respuesta tanto de los empleados como de los responsables de la seguridad.

Tras el simulacro, Canillas aseguró que la actividad se había transcurrido “dentro de los límites temporales que se habían marcado”.

El director técnico matizó que los trabajadores “habían sido informados del día en el que se iba a producir el simulacro para no generar excesiva alarma”.

La realización del simulacro se enmarca en el Plan de Emergencia Interior de la terminal, que a su vez se incluye en el Plan de Emergencia de la Autoridad Portuaria de Valencia.

En ambos planes se reflejan medidas para afrontar desde conatos de sucesos como emergencias generales que puedan llevar a la evacuación completa de la terminal.

Por otra parte, Miguel Canillas informó de que la dirección técnica se ocupa tanto de los aspectos de prevención y seguridad como de la gestión de sistemas de calidad.

En este sentido, recordó que Marítima Valenciana renovó su certificación ISO 9001:2000, otorgada por Lloyd’s Register Quality Assurance (LQRA) en el primer semestre de 2007.