Ayer se celebró en la sede de la Asociación Naviera Valenciana una jornada informativa de Valenciaport enmarcada en una campaña de difusión de la necesidad de la ampliación de Valenciaport y encaminada a dar respuesta a cualquier duda que pueda surgir al respecto.

Según explicó Leandro García, si no se ejecuta esta ampliación el coste para la economía valenciana sería muy elevado. Anualmente las exportaciones valencianas sufrirían una “pérdida potencial” de 835 millones de euros y las importaciones (gran parte de ella materia prima destinada a un producto que luego será exportado) se verían afectadas en algo menos de 125 millones de euros. En total, la no ejecución del proyecto tiene un impacto negativo de 1.000 millones de euros en el comercio exterior valenciano.

Aunque en un principio la ampliación del puerto respondía al horizonte de 2015 el proyecto del puerto se ha fijado ahora en un horizonte de 2035 tal como explicó Manuel Guerra. Al margen de los impactos ambiental o físicos, la ampliación del puerto tiene un indudable impacto socioeconómico, que hace necesario ejecutar esta ampliación, un ambicioso proyecto que afecta a dos de los puertos de la APV, Valencia y Sagunto, quedando el primero para el tráfico de contenedores y el segundo con capacidad para absorber el resto de tráficos.

Leandro García señaló que de acuerdo al estudio que se realizó sobre el impacto económico del puerto, previo al Plan Estratégico en el que se contempla esta ampliación, en el año 2000 la actividad que genera el puerto de Valencia representa el 1,3% del PIB regional, una cifra “que en una economía como la nuestra es mucho, si se compara con otros sectores, como el mueble, que representa el 1,43%”. Además, generaba en esa fecha un total de 14.500 empleos, entre directos e indirectos. A estas cifras, un estudio sobre la simulación de estos datos para el año 2015 dan más de 32.000 empleos generados por la actividad portuaria y un peso en el PIB del 2,4%.

En un principio se barajó la posibilidad de realizar únicamente la ampliación en el puerto de Sagunto. Sin embargo, la imagen de marca tiene un peso específico en este caso y se hace difícil “desviar” a las navieras que operan el tráfico de contenedores en el puerto de Valencia al puerto de Sagunto, por lo que para atender la demanda futura en este tráfico es indispensable ampliar Valencia, según señaló Guerra. A esta primera razón se suman otras como el aprovechamiento del khnow how existente, la puesta en valor de las infraestructuras actuales, la tendencia del mercado y la viabilidad técnica y ambiental del proyecto.

Aún aprovechando todo el espacio existente en el puerto de Valencia para el año 2013 éste llegaría a su capacidad máxima de absorción de tráfico, con cuatro millones de TEU. “Todos sabemos que un puerto al 100% de capacidad no puede funcionar”, añadió el responsable de Planificación de Valenciaport. Los estudios realizados en este sentido apuntaban a que para 2035 el puerto necesita5.800 metros de línea de atraque y 280 hectáreas de explanada a un calado de 16,5 metros, tal como se va a ejecutar en la alternativa elegida entre algo más de 25 que se han estudiado.

En el mes de julio concluyó el plazo de presentación de alegación al Estudio de Impacto Ambiental y para mediados del próximo mes de noviembre se espera que esté redactado el informe técnico de Medio Ambiente y poco más tarde aprobada la Declaración. De esta forma, el objetivo de Valenciaport es licitar la obra antes de las regatas de la America’s Cup.

En cuanto a la incidencia de la obra en la playa de la Malvarrosa, Guerra aseguró que es mínima y que sólo obliga a Valenciaport, en caso de que sea necesario, a compensar la acumulación de arena que se produce con motivo de la obra del Canal (a cargo del Consorcio) y la ampliación .

Por su parte, Rafael Aznar agradeció el apoyo de la comunidad portuaria en el proyecto y les animó a contribuir en la difusión de la necesidad de una obra, que puede convivir en perfecta armonía con la ciudad.