Según pudo conocer este diario, la intención de los sindicatos es la de convocar una Asamblea General en lo que queda de septiembre con el fin de que los trabajadores decidan si se convoca una huelga para el próximo mes de octubre.

Tras un año y nueve meses de negociaciones, el único avance que se ha logrado ha sido el de un preacuerdo en el tema de los turnos en las terminales portuarias. Sin embargo, según estas mismas fuentes sindicales, este preacuerdo quedaría invalidado de no firmarse el Convenio Colectivo.

El principal de los escollos es el salarial. Mientras que la patronal ofrece hasta un máximo de una subida del 0,7% más el IPC, los representantes de los trabajadores piden un aumento de un 1% además del IPC. Asimismo, los sindicatos piden la no absorción de las diferencias en cuanto a horas y días de trabajo y su correspondiente remuneración.

Por otro lado, la conciliación de la vida familiar y laboral también es un apartado que los sindicatos quieren incluir en el nuevo Convenio Colectivo. De esta forma, la aplicación de la Ley de Conciliación Familiar aprobada recientemente “debería estar contemplada, cosa que en la actualidad no ocurre”.

Sin embargo, desde las centrales sindicales son optimistas y esperan que, antes de producirse la convocatoria de una huelga entre los trabajadores del sector, se llegue a un acuerdo. Y es que estas mismas fuentes consultadas afirmaron que “en estos momentos, una huelga es una situación que no beneficia a nadie, ni a los trabajadores, ni a las empresas ni al funcionamiento del puerto”.

En ese sentido, desde los sindicatos esperan que las negociaciones no se rompan y que se llegue a un acuerdo, aunque “hay que recordar que, después de casi dos años sin llegar a un acuerdo, es casi imposible seguir pensando que podamos dilatar la firma del nuevo Convenio Colectivo de Empresas Consignatarias y de Estiba Privada, que llegaría hasta 2008, mucho más tiempo”.