Aurelio Gabarda, presidente del Comité de Empresa de la Sociedad Estatal de Estiba y Desestiba del puerto de Valencia (Sevasa), presentará su dimisión en la próxima reunión del Comité de Empresa.

Hace unos tres años que Gabarda ostenta este cargo tras la dimisión del anterior presidente, Víctor García, además de ser el encargado de la Zona de Levante del sindicato Coordinadora.

Los motivos que esgrimió el aún presidente del Comité de Empresa de Sevasa es la enorme carga de trabajo que había adquirido el sindicato en los últimos años. Según declaraciones a Valencia Marítima, Gabarda deja el cargo “porque últimamente estaba más fuera del puerto que dentro, y no podía atender mis funciones y deberes con los trabajadores como debiera”.

En ese sentido, recordó que toda la zona de Levante, con el auge del puerto de Valencia, ha adquirido mayores cuotas de representatividad en la Asamblea General de Madrid.

“Había semanas que me pasaba tres y cuatro días en Madrid, y a pesar de que puedes delegar en otra persona para que esté al tanto de lo que pasa en Valencia, al final, al ser el responsable, siempre tienes que tomar tú las decisiones”, afirmó Gabarda.

Proceso
Por eso, y a pesar de que hace unas semanas Gabarda recibe el apoyo de varios compañeros, entre ellos Julio González, ha decidido dejar paso a otro para que atienda al 100% las responsabilidades de la presidencia del Comité de Empresa de Sevasa.

A partir de ahora, el proceso es el de presentar formalmente su dimisión en la próxima reunión del Comité de Empresa para que, en el menor tiempo posible, se presenten los posibles candidatos con el fin de conovocar el pertinente proceso electoral.

A pesar de todo, Aurelio Gabarda seguirá vinculado al sindicato Coordinadora, ya que continuará siendo el encargado de la Zona de Levante de la organización. Además, asegura que cualquiera de “mis compañeros que sea el nuevo presidente del Comité de Empresa de Sevasa desempañará muy bien su labor”.

Gabarda fue uno de los más fervientes defensores de las últimas movilizaciones que ayudaron a la derogación de la nueva Directiva Europea sobre la estiba, y que tuvo su punto culminante en la huelga general del sector que paralizó los puertos españoles y europeos a primeros de año.