Historias del Puerto de Valencia. El accidente del Proof Spirit, cuando la tragedia azotó el Puerto de Valencia
El 3 de julio de 1997 marcó para siempre a los trabajadores del puerto de Valencia. Este día quedaría grabado en el recuerdo de todo el sector marítimo español, pues tuvo lugar un trágico accidente: el buque cisterna Proof Spirit, que estaba especializado en el transporte de productos químicos y combustibles, se encontraba en construcción en los astilleros de lo que fue la Unión Naval Levante; en ese momento tuvo lugar la rotura de una brida, motivo por el cual el gasóleo comenzó a esparcirse.
En el momento del incidente, el Proof Spirit transportaba una carga mixta de productos inflamables, incluidos hidrocarburos y otras sustancias químicas. Esto aumentaba el riesgo de un accidente catastrófico. El buque estaba atracado en el Puerto mientras descargaba parte de su carga. En ese instante, tuvo lugar la explosión en uno de sus tanques. La acumulación de gases inflamables fue lo que propició la catástrofe: una explosión que desencadeno de forma inmediata un incendio avivado por los materiales inflamables que se encontraban en el buque.
En el accidente murieron un total de 18 personas y 10 resultaron heridas. Una decena de los fallecidos eran de Valencia, mientras que los otros ocho venían de procedencias diversas. Concretamente de Vall d'Uxó, Catarroja, Ferrol, Irijoa (La Coruña), Arbumi Cambil (Jaén), Santurce (Vizcaya Trápaga (Vizcaya) y Madrid.
Características
El Proof Spirit, de 6.300 toneladas de peso muerto, respondía a un diseño y operación compleja, tanto en términos de navegación como de seguridad. El plan de construcción comenzó en la década de los 80 y, a pesar de que algunos informes señalaron problemas en su mantenimiento y equipamiento, el buque pasó todos los controles de seguridad. Finalmente, se terminó de construir en el año 1996 y en él trabajaban 200 personas aproximadamente.
La respuesta al accidente fue inmediata, pero las circunstancias complicaron la efectividad de la actuación. Los equipos de protección civil y los bomberos vieron diversas dificultades a la hora de controlar el incendio avivado por los productos químicos derramados, ya que este hecho ponía en riesgo sus vidas al poder provocar nuevas explosiones. A ello se sumaron las condiciones climatológicas que tampoco fueron favorables debido a que el humo se propagó con facilidad a consecuencia del viento. Fue así como decenas de personas resultaron heridas, ya fuese por quemaduras o intoxicaciones por inhalación de humo.
Causas
Entre las causas que desataron el accidente destaca la falta de mantenimiento adecuado, a pesar de que el buque según los informes sí que cumplía con las normativas mínimas de seguridad. Sin embargo, más tarde se descubrieron anomalías en la estructura y en los sistemas de ventilación. A ello se sumó el factor humano: se barajó la posibilidad de que hubiese un error a la hora de realizar los procedimientos de carga y descarga. Ambas causas se vieron agravadas por una tercera: las condiciones climatológicas. Esto dio lugar a la tormenta perfecta que propició uno de los accidentes más catastróficos que se ha vivido en el Puerto de Valencia.
Cabe destacar que este accidente no solo supuso pérdidas humanas y materiales, sino que también tuvo un impacto ambiental negativo. El derrame de productos químicos y la emisión de gases tóxicos contaminaron el agua del puerto y el aire en las inmediaciones. Los ecosistemas marinos locales sufrieron daños, afectando a especies de peces y aves que habitaban en la zona.
Las tareas de limpieza y recuperación se extendieron durante meses, con un costo considerable tanto en términos económicos como ecológicos.
El accidente del Proof Spirit, ocurrió bajo el gobierno de los presidentes de la Generalidad, Diputación y Cortes Valencianas, Eduardo Zaplana, Manuel Tarancón y Héctor Villalba respectivamente, mientras que el delegado del Gobierno era Carlos González Cepeda, y el director general de la Policía, Juan Cotino. Por último, cabe señalar que la alcaldesa de Valencia en el momento del accidente era Rita Barberá.
A raíz del accidente, se implementaron reformas importantes en las normativas de seguridad marítima y portuaria en España. Estas incluyeron: inspecciones más rigurosas, sobre todo para los buques que transporten cargas peligrosas, la mejora de los protocolos de emergencia en puertos, con la creación de unidades especializadas en la gestión de incidentes químicos y la capacitación adicional para el personal portuario en el manejo de materiales peligrosos y procesos de evacuación.
El accidente del Proof Spirit puso de manifiesto la necesidad de priorizar la seguridad en el transporte marítimo de productos peligrosos. También subrayó la importancia de invertir en infraestructura y capacitación para prevenir tragedias similares en el futuro.
Este suceso también puso en evidencia los riesgos asociados con la operación de buques cisterna antiguos y con mantenimiento deficiente. Desde entonces, tanto España como otros países europeos han adoptado normativas más estrictas para garantizar que solo los barcos en condiciones óptimas puedan transportar materiales peligrosos.
Hoy, más de dos décadas después, el recuerdo de ese fatídico 3 de julio de 1997 sigue presente como una llamada de atención sobre la importancia de la prevención, la preparación y la responsabilidad en la gestión de riesgos. Solo a través de un compromiso continuo con la seguridad se puede evitar que tragedias como esta vuelvan a repetirse.