F. Valenciaport y APV participan en un consorcio sobre seguridad en el suministro de amoniaco para buques
La Fundación Valenciaport y la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) se han adherido recientemente a un consorcio internacional para el estudio de la seguridad en el suministro de amoniaco como combustible para buques, impulsado por ITOCHU Corporation, con sede en Tokio, y que tiene como objetivo compartir conocimientos sobre la seguridad y las directrices en el uso y suministro del amoníaco como combustible marino.
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Suministro de amoniaco como combustuble (Foto F. Valenciaport) |
Junto a la Fundación Valenciaport y la APV se han sumado a esta iniciativa otras 16 empresas y organizaciones: Brunsbüttel Ports (Alemania); el Cuerpo de Bomberos de la Marina Francesa de Marsella y el Puerto de Marsella (Francia); HAROPA PORT (Francia); la Autoridad Marítima y Portuaria de Singapur; la Autoridad Portuaria de Huelva (España); el Puerto de Algeciras (España); el Puerto de Rotterdam (Países Bajos); ENEOS Ocean Corporation (Japón); Mabanaft (Alemania); Mitsui O. S.K. Lines (Japón); Navigator Gas (Reino Unido); Planning and Design Center for Greener Ships - GSC (Japón); AD. Ports Group (Emiratos Árabes Unidos); INERIS (Francia) e ITOCHU Corporation. Además, está previsto que la Oficina de Puertos del Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo (MLIT) de Japón y la Embajada de Francia en Singapur participen como observadores, lo que demuestra las grandes expectativas y el interés por el uso del amoniaco como combustible marino.
Esta iniciativa se lanza como segunda fase de una precedente, lanzada en 2021 por 34 empresas y organizaciones, incluida ITOCHU y se espera que ambas establezcan colaboraciones y compartan opiniones, puntos de vista, conocimientos y experiencias con una amplia gama de productores de amoníaco, instituciones de investigación e instituciones financieras relevantes.
La creación de este consorcio internacional para el estudio de la seguridad del suministro de amoníaco es un hito importante para la implantación social del uso del amoníaco como combustible marino a escala mundial, lo que supone un nuevo reto para los actores marítimos.