Sindicatos y representantes de las asociaciones profesionales del sector portuario que se ubica en la zona de J.J. Dómine, histórica calle de actividad comercial portuaria, tienen previsto reunirse hoy con el director general de Consorcio Valencia 2007, entidad que gestiona La Marina de València, para solicitar un acuerdo que permita el aparcamiento de los profesionales que prestan su actividad laboral en J.J. Dómine y alrededores.

Área de parking privado del consorcio

La Marina, que ya lanzó en su día una propuesta para reordenar las zonas de aparcamiento colindantes con los Tinglados 2, 3 y 4 y la antigua estación marítima, pretendía introducir un sistema de cobro por el aparcamiento. A raíz de esta propuesta, los agentes sociales se reunieron con los responsables de la entidad para trasladar su malestar por esta posible medida y así se lo trasladaron al director general, Vicent Llorens.

“Los profesionales que aparcan diariamente en esta zona -se estima un total de 700 vehículos - no se desplazan en coche por capricho. Por nuestra actividad nos tenemos que mover constantemente a las terminales de contenedores, al PIF o a la Aduana, entre otros lugares”, señala Luis Rosa, presidente de ATEIA. “Entendemos que la solución pasa por facilitar el acceso a nuestro trabajo que, no olvidemos, genera riqueza y valor añadido para la economía valenciana”.

Rosa destaca que, además del sector portuario que se ubica en la zona afectada, también se encuentra el bancario. “Lo que no queremos es encontrarnos de golpe y sin que nos hayan consultado, con un plan de ordenación del tráfico que perjudique a los trabajadores”. Para Rosa, los responsables del Consorcio son “hábiles en dilatar la solución. Supongo que por la complejidad del tema”, añade.

Zona de aparcamiento frente al Tinglado número 2

Otros portavoces consultados por Valencia Marítima, en concreto, trabajadores de una empresa ubicada en J.J. Dómine, se mostraron más críticos con los actuales responsables del Consorcio Valencia 2007. “Es sorprendente que mientras ellos se dedican a reorganizar el aparcamiento del resto del sector, cuenten con un aparcamiento propio y cerrado al público. Si su criterio es fomentar la sostenibilidad, que empiecen por abrir su zona privada a la ciudadanía y que se desplacen en transporte público”, señalan.

Para los sindicatos, que tienen prevista una reunión con Vicent Llorens a lo largo del día de hoy, se trata, sobre todo, de “encontrar una salida que permita compatibilizar el proyecto de reordenación del espacio que gestiona La Marina de València con la actividad del colectivo de trabajadores, es decir, que ésta no se vea afectada”. Añaden, además, que restringir el tráfico en la zona colapsaría, todavía más, las calles cercanas a la zona, ya saturadas de vehículos.

Una de las propuestas que se barajan en la actualidad consiste en ceder plazas de aparcamiento, con un coste residual, para los vehículos que aparcan diariamente en las inmediaciones de JJ Dómine, en el aparcamiento subterráneo del edificio de Veles e Vent, concesión que se ubica dentro de los terrenos del consorcio. Es una medida que está sobre la mesa, sobre la que no se ha tomado ninguna decisión, pero que contaría, en principio, y a falta de concretar el acuerdo, con el visto bueno de los agentes sociales.

Al cierre de esta edición, este diario no pudo contactar con ningún responsable de La Marina de València.