Uno de los argumentos del equipo de Ribó en materia de movilidad se basa en el incremento de tráfico rodado que supondría la ejecución del proyecto. En este sentido, los técnicos municipales consideran que la obra duplicará el tráfico de camiones, de manera que la cifra pasaría de los 210 vehículos/hora actuales a 400 camiones, lo que supondría un total de 9.600 camiones día. “La fórmula matemática es sencilla pero el resultado es falso - apuntó el presidente -. No considera el tráfico de trasbordo y por tanto no tiene en cuenta que lo que genera tráfico de camiones es la import-export. Las necesidades las crea el desarrollo de este tráfico; no tiene nada que ver con el hecho de ejecutar una infraestructura. Es la economía la que marca este crecimiento y nuestra obligación es aportar la competitividad para seguir creciendo”.
En este sentido, Martínez recordó que si la economía crece a un ritmo del 2,5% y considerando una elasticidad del comercio del 1,5%, se puede prever un crecimiento del tráfico de import-export de en torno al 3,75%. “Ya quisiera yo que duplicar la infraestructura permitiera duplicar el tráfico y la economía”. Según el presidente, ninguno de los informes técnicos del Ayuntamiento se ciñe al objeto del proyecto, es decir, el proyecto presentado por TIL, sino que aluden al puerto de Valencia en general. “El puerto tiene sus impactos negativos, claro, pero es que de lo que estamos hablando es de la Ampliación Norte y de TIL”, señaló.
En esta misma línea los textos municipales no consideran el cambio de ubicación del proyecto ni hacen alusión a las múltiples medidas medioambientales del mismo y del propio puerto.
“Tenemos estudios de calidad del aire avalados por EMAS, el sistema de valoración más exigente que hay y que permite valorar los niveles medios”. Como ejemplo, la normativa establece que en monóxido de carbono el nivel tolerable se sitúa en 350 unidades/metros cúbico y sitúa el nivel medio anual en 10. Por su parte, Valenciaport se sitúa en una media anual de 0,2 y nunca ha superado los niveles medios. Lo mismo sucede en la medición de dióxido de carbono (límite de 200), cuya media anual se establece en 40, cuando el recinto sólo alcanza 24.
Aurelio Martínez comparó los datos de medición de Valenciaport con los de la ciudad, concluyendo que en CO2 hay una coincidencia de 0,2 entre puerto y ciudad y en NO2, la dársena se sitúa en 24 y la ciudad en 26,5. El único punto en el que el puerto supera la ciudad es en azufre, donde alcanza 5 y la ciudad 4, “algo que cambiará a partir de enero con la nueva normativa que entra en vigor el día 1”.
“El puerto es muchísimo menos contaminante que la media de la ciudad”, confirmó el presidente, quien explicó que, en ell caso de los niveles de ruido, el puerto tampoco supera en ninguno de los casos los decibelios máximos permitidos, un baremo que en el caso de la ciudad ni tan siquiera se puede analizar porque los resultados no se han hecho públicos. El dragado es otro de los aspectos en los que inciden los informes. Al respecto, Martínez explicó que en el nuevo proyecto se requiere 1,5 millones de toneladas de materiales menos y “a eso no se alude”.
Francesc Sánchez, director general de la APV, aprovechó para defender la profesionalidad de “los técnicos de la casa” en respuesta a la afirmación de que la APV no cuenta con personal preparado para este tipo de proyectos. “Sólo queremos que se den argumentos técnicos”, apuntó Sánchez, mientras que el presidente invitaba al Ayuntamiento a esperar al proyecto definitivo de TIL. “En unos días nos sentaremos con TIL para conocer sus necesidades reales y entonces, cuando el esté el proyecto definitivo, que critiquen las propuestas si procede”, añadió.
Perjuicio
El presidente de Valenciaport recordó que es público y notorio que hay intereses dirigidos a retrasar el proyecto entre tres y cinco años y reiteró el interés del puerto por “mejorar lo que sea mejorable”. Según Aurelio Martínez, hay quien apuesta porque Valencia reduzca su volumen y sea un puerto pequeño y “eso en inviable”: “Será feeder y no hub y eso penalizará a las empresas y la economía”.
El Gobierno local remitirá al Ministerio los informes para que considere una nueva DIA
El equipo de gobierno municipal defendió ayer en el Pleno una iniciativa para instar a los ministerios competentes para que evalúen si la posible ampliación del puerto de Valencia cumple con toda la normativa medioambiental vigente. La propuesta, defendida por los portavoces de los Grupos Socialistasy Compromís, está dirigida a que los ministerios “a la luz de los informes elaborados por diferentes servicios municipales y bajo criterios técnicos considren la necesidad de elaborar una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA)”.
Esta propuesta ha sido aprobada sin el apoyo de los grupos de la oposición y como alternativa a una moción presentada por el Grupo Ciudadanos.
“El Gobierno del Rialto, a pesar de que apuesta por el desarrollo económico de la ciudad, coincde en aquello que es fundamental y es la defensa del medio ambiente de la ciudad así como de la salud de su ciudadanía”. El alcalde se ha mostrado favorable a una nueva DIA para el proyecto de ampliación, ya que “modifica sustancialmente el proyecto aprobado en 2007”.
El concejal y el portavoz de Ciudadanos, Rafael Pardo y Fernando Giner, han solicitado en los dos turnos de palabra de su grupo “que el Pleno del Ayuntamiento reitere su compromiso con la construcción de la nueva terminal del puerto sin oponerse a la ampliación”. En la misma línea se ha manifestado la portavoz del Partido Popular, María José Catalá, habló de la “incoherencia” de los grupos que conforman la coalición de gobierno “que han presentado una porpuest aque solo habla de la defensa del medio ambiente sin considerar la importancia económica del puerto”.
Por su parte, la propuesta del Gobierno del Rialto “rechaza un modelo de crecimiento depredador con el medio ambiente como el que impulsaron las acnteriores administraciones valencianas y se insta a la Autoridad Portauria de Valencia que cualquier infraestructura estratégica que se implante aplique medidas correctoras y compensatorias de sus posibles externalidades negativas”.
Aurelio Martínez: “Nuestro reto es mejorar el bienestar de la ciudadanía”
La Autoridad Portuaria de Valencia convocó ayer a la comunidad portuaria en el Edificio del Reloj para brindar por el nuevo año. En el encuentro, Aurelio Martínez, presidente de la dársena valenciana, aseguró que el objetivo del enclave es “ser puerto líder en Europa en muchas cosas, no sólo en contenedores, sino también la lucha contra el cambio climático y el uso de nuevas energías”.
El presidente abogó por la rápida puesta en marcha de la subestación eléctrica (“necesitamos que nos apoyen”, dijo) y por la renovación de la flota de camiones, así como por el fomento del ferrocarril. De esta forma, Valenciaport apuesta por ser un puerto autosuficiente. “Sin embargo, nuestro gran reto es mejorar el bienestar de la ciudadanía. En la Comunidad Valenciana los salarios son más bajos que la media nacional y nuestra obligación es responder ante los ciudadanos y mejorar sus condiciones”, prosiguió.
“Este puerto tiene mucho que hacer para generar empleo - aseguró Martínez-. No podemos perder el capital humano formado aquí. Debemos crear empresas y cuanto más grandes, mejor”.