La negativa del Tribunal Superio de Justicia de la Comunidad Valenciana de paralizar el proyecto de la ZAL del puerto de Valencia sigue despertando reacciones.

Imagen aérea del puerto de Valencia con la ZAL a la izquierda (Foto APV)

Ayer, la Autoridad Portuaria de Valencia, a través de un comunicado, valoraba “positivamente” esta decisión, calificándola de “buena noticia para el puerto y la comunidad portuaria, pero sobre todo para Valencia y para los barrios próximos a la ZAL”.

Con esta decisión, la Autoridad Portuaria de Valencia puede continuar con los planes y plazos previstos para atender las solicitudes de inversiones superiores a los 73 millones de euros planteadas por las cuatro primeras empresas que se han comprometido a instalar sedes logísticas en la zona, y “allana el camino para nuevas propuestas de inversión que se podrían plantear en breve”.

Desde Valenciaport recuerdan que estas inversiones permitirán la creación de 1.518 empleos (188 directos y 1.330 indirectos), tratándose de un “empleo previsto”, en concordancia con los puestos de trabajo que este tipo de actividad genera en otras zonas logísticas portuarias.

Las cuatro primeras empresas aspirantes para instalarse en la ZAL del puerto de Valencia se comprometen a contratar a parados de larga duración y a personas en riesgo de exclusión social. En todos los casos, los proyectos empresariales presentan un fuerte componente ecológico, ya sea por la instalación de complejos sistemas de ahorro energético y plantas fotovoltaicas o por el compromiso de no contratar suministro eléctrico procedente de combustibles fósiles.

En su resolución, la Sala de lo Contencioso-Administrativo Sección Primera del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana alega que “el Plan de la ZAL está revestido de un interés general frente al cual no se ha acreditado que exista otro interés que haya de considerarse prevalente” y recuerda a la Asociación Ciudadana de l’Horta que no ha invocado “ninguno de los supuestos de nulidad del acuerdo impugnado”.

Hasta ahora, se han presentado cuatro proyectos para la ZAL del puerto de Valencia.

Grupo Raminatrans se ha comprometido a una inversión de 9,21 millones de euros para levantar un almacén logístico donde gestionar temporalmente depósitos aduaneros, preparación de pedidos, embalajes y etiquetado de mercancías. Tendrá una superficie de 15.496 metros cuadrados de una parcela de 24.863 metros cuadrados.

El operador logístico creará 50 puestos directos y otros 150 indirectos. En su oferta, Raminatrans se compromete a la contratación de empleo en los barrios próximos a la ZAL y a garantizar la igualdad de género en sus contrataciones. Asimismo, colaborará con varias ONGs.

Por su parte, la también empresa valenciana QA Pimba invertirá 8,63 millones de euros para levantar una nave de 21.512 metros cuadrados. El proyecto de QA Pimba prevé generar 53 empleos directos y 180 indirectos. QA Pimba se compromete a priorizar el empleo a residentes del entorno de la ZAL y a desarrollar una política de RSC comprometida con su entorno más cercano. En materia medioambiental, la compañía detalla inversiones en energía solar, térmica y fotovoltaica y compromisos de reducción de CO2.

MSC contempla una inversión de 19,86 millones de euros para la construcción de una nave de 20.200 metros cuadrados. Contempla la creación de 60 puestos de trabajo directos y 500 indirectos. En materia socioeconómica, MSC se compromete a contratar al 2% del empleo que genere entre personas con riesgo de exclusión social o parados de larga duración. En materia medioambiental, propone un fuerte impulso del vehículo eléctrico en sus instalaciones e instalar 5.050 unidades generadoras de energía solar que permitirán un ahorro anual en emisiones de 785 toneladas de CO2 al año.

Medlog, operador logístico perteneciente al Grupo MSC, llevará a cabo la inversión más cuantiosa, de 35,76 millones de euros para la instalación de una nave logística especializada en el transporte por contenedor en frío. El empleo anunciado es de 25 puestos de trabajo directos y 500 empleos indirectos. Levantará una nave de 25.400 metros cuadrados. Se compromete a realizar el 2% de sus contrataciones entre el colectivo de parados de larga duración o de personas con riesgo de exclusión social que residan en el entorno de la ZAL.

Solicitará el suministro eléctrico a las compañías que le garanticen que el origen de la energía contratada no genera emisiones contaminantes; esto es, de fuentes no generadoras de CO2.

Construirá una central propia de energía fotovoltaica instalando placas con una capacidad de potencia de 2.093 kilowatios.