El comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira, se mostró convencido de que un posible cambio en el Gobierno en la próxima legislatura “no supondrá un frenazo en el desarrollo de esta infraestructura”.

Pedro Catalán, Josep Vicent Boira y Pedro Coca

Así se pronunció ayer Boira durante la comida-coloquio organizada por Propeller Valencia, donde además enfatizó que “el Corredor Mediterráneo debe estar preservado de cualquier cambio político”. En ese sentido, catalogó la infraestructura como una “cuestión de Estado” y recordó el “carácter esencial” de esta línea ferroviaria “desde el punto de vista logístico”.

Boira se felicitó porque el Corredor Mediterráneo “ya está en la agenda de este país desde hace años” e instó a operadores ferroviarios, instotuciones y administraciones públicas a construir la infraestructura “bajo los intereses europeos”. Se refería Boira al cada vez más creciente interés chino en el desarrollo de esta infraestructura. “El Corredor Mediterráneo va a ser una realidad sí o sí. La cuestión ahora es quién lo hará y bajo qué intereses”, reconoció. “Si no hacemos nuestras infraestructuras otros nos las harán. Esta es una lección que debemos aprender”.

Un momento de la intervención de Boira

En ese sentido, Boira recordó que China ya ha firmado acuerdos con Génova y Trieste, y puntualizó que el segundo se encuentra dentro del recorrido del Corredor Mediterráneo europeo. “China es está expandiendo por el Mediterráneo Occidental desde El Pireo, y busca nuevos proyectos en los que embarcarse”, afirmó.

Finalmente, Boira puso encima de la mesa las ventajas para las empresas de contar con el Corredor Mediterráneo, como el ahorro en tiempo de viaje de hasta un 44% para 2030, el mayor de todos los corredores transeuropeos.