La Autoridad Portuaria de Valencia busca convertir el puerto de Valencia en una seria alternativa de referencia en el tráfico de cruceros. Y para estar posicionada en el año 2020 en un mercado tan competitivo como el crucerístico, es consciente de que debe contar con instalaciones de primera para poder atender las escalas de los buques.

Manuel Rodríguez, Manuel Guerra y Francesca Antonelli

Por ello, el ente portuario tiene previsto sacar a concurso el próximo año el proyecto de su nueva terminal de cruceros, que se ubicará en la ampliación norte de la dársena valenciana.

Valenciaport no quiere recorrer solo este camino. Por ello, espera la implicación del sector privado para poder sacar adelante este proyecto. Manuel Guerra, director comercial y de Desarrollo de Negocio de la Autoridad Portuaria de Valencia, afirmaba ayer que en el Plan de Inversión con el que trabaja la APV se contempla una inversión de 15 millones de euros. Esta inversión debería ir acompañada de un esfuerzo de los operadores privados: “Nuestra intención es sacar a concurso la terminal en colaboración público-privada al 50%”.

En ese sentido, los pliegos que elaborará la Autoridad Portuaria de Valencia no contemplan un proyecto al uso. “Hemos contactado con muchos armadores y operadores, y la conclusión que hemos extraído es que cada uno busca unas determinadas especificidades. Por ello, el proyecto con el que trabajamos es nuevo, contemplará unas características y necesidades básicas para que el adjudicatario final lo adapte a sus necesidades”, afirma Manuel Rodríguez, director de Navieras y Cruceros de la APV. Es decir, Valenciaport va a dejar libertad al operador para que, dentro de unos parámetros básicos, pueda construir su propia terminal, que deberá ser capaz de poder atender de forma simultánea la escala de dos grandes cruceros de entre 3.500 y 4.000 pasajeros de capacidad.

A pesar de la inversión requerida, la APV espera recibir “un número importante de ofertas” una vez salga a concurso la terminal, reconoce Rodríguez.

Con todo, la APV también trabaja con un escenario no tan optimista. Es decir, si llegado el momento hay interés pero ningún operador se compromete en el apartado inversor, “la APV declararía el concurso desierto y sería la propia APV la que construiría la terminal, sacando a concurso la gestión de la misma”, adelanta Guerra, que no esconde que esta circunstancia supondría “un retraso de seis meses, como mínimo”.

La APV espera que para el año 2020, con la terminal a pleno funcionamiento, pasen por el puerto de Valencia unos 600.000 cruceristas y se atiendan 250 escalas gracias a las 40 navieras que harían escala en el recinto valenciano. “Estas cifras pueden parecer ambiciosas si las comparamos con las de los últimos años”, reconoce Rodríguez, “pero no lo son tanto si las comparamos con el histórico”. Y es que no hace mucho el puerto de Valencia sobrepasó con creces los 450.000 cruceristas. En la actualidad, son 22 las compañías que llegan a Valenciaport, aunque únicamente dos lo hacen como home-port, MSC Cruceros y Costa Cruceros.

Labor comercial
Y para poder llegar a estos objetivos, el Departamento Comercial lleva trabajando intensamente un tiempo. El reto es poder fidelizar en los próximos años una naviera más en home-port que pudiera asegurar entre 15 y 20 escalas al año.

Por ello, la APV ya trabaja en el campo que le compete, es decir, hacer atractivo el puerto y las
condiciones de escala. En ese sentido, para el próximo año se va a realizar una bonificación del 40% -la máxima permitida legalmente- tanto en la tasa del buque como en la de pasaje “desde el primer pasajero como desde la primera escala”, puntualiza Rodríguez, lo que va a suponer un ahorro de 600.000 euros para las navieras.

Pero esta labor comercial no compete únicamente a la Autoridad Portuaria de Valencia. Por ello, “es necesaria la colaboración de todas las administraciones que componen una oferta turística completa”, asegura Rodríguez. De ahí los grupos de trabajo que ha puesto en marcha la propia APV, tanto a nivel de comunidad portuaria como a nivel institucional, en el que están representados el ayuntamiento de Valencia, Valencia Turismo, la Diputación de Valencia, la Cámara de Comercio y la Generalitat Valenciana.

Según un estudio elaborado por la Universidad de Valencia, el gasto medio de un crucerista en tránsito en la ciudad de Valencia rondaría los 50 euros, unas cifras que se multiplican por cuatro si el pasajero llega a Valencia para embarcar o desembarcar.

Hasta el mes de julio, el puerto de Valencia ha recibido un total de 177.616 cruceristas, lo que supone un ligero descenso de dos puntos respecto el mismo período del pasado año.

Valencia aprovechará su presencia en Seatrade Med para promocionar su oferta crucerística
La Autoridad Portuaria de Valencia acude a Seatrade Med Tenerife con el objetivo de promocionar sus servicios y oferta. Conscientes de la importancia de la cita, la APV manda una potente delegación integrada por Francesc Sánchez, director general; Manuel Guerra, director comercial y de Desarrollo de Negocio; Manuel Rodríguez, director de Navieras y de Cruceros; y Francesca Antonelli, directora de Marketing.

La presencia de Valenciaport en el certamen se engloba dentro de la política de promoción de cruceros que Aurelio Martínez ha impulsado desde su llegada a la presidencia de la APV. La delegación valenciana ya tiene concertadas varias reuniones con navieras susceptibles de convertirse en potenciales clientes del puerto valenciano.

La promoción comercial que hará la delegación valenciana no se circunscribe únicamente a los servicios que puede ofrecer el puerto. Además de dar publicidad a la nueva terminal que se proyecta, “acudimos a esta feria con un trabajo conjunto hecho con el destino, es decir, con la oferta turística de la ciudad”, asegura Antonelli.

Hoy en día, las navieras no valoran únicamente los servicios e infraestructuras con las que cuenta el puerto, sino que valora además la oferta de la ciudad y sobre todo la oferta en excursiones, “un valor que cada vez es más tenido en cuenta por las compañías”.

“Aunque Valencia es una ciudad muy bien valorada en las encuestas”, afirma Antonelli, “aún hay mucho por explotar, ya que hay aspectos desconocidos que las navieras desconocen”. Y es que se va abriendo paso una oferta lúdica para el crucerista que no comprende el típico recorrido por la ciudad, sino que busca hacer partícipe al pasajero de esa oferta.

Asimismo, se pondrá en valor la agilidad entre la zona de atraque y el centro de la ciudad o el hecho de que Valencia no sea un destino “saturado”. Además, se trabaja para promocionar la capital del Turia como un “destino seguro”, algo que las navieras valoran mucho más desde las cancelaciones de escalas en puertos del norte de África.