El tráfico de material rodante ha cerrado un buen semestre en los puertos que gestiona la Autoridad Portuaria de Valencia. En los seis primeros meses del año se han movido en Valenciaport un total de 4.882.131 toneladas de mercancía rodada, lo que supone un avance del 14,78% sobre la primera mitad del pasado año.

El puerto de Valencia ha movido 413.569 coches

Dentro de este tráfico los coches han adquirido un especial protagonismo, consolidando al puerto de Valencia como uno de los principales enclaves para la industria automovilística española. Entre enero y junio han pasado por Valenciaport 413.569 coches, lo que supone, frente a la cifra de 347.937 del pasado año por las mismas fechas, un notable avance del 18,86% sobre el año anterior. De este total, 239.641 automóviles corresponden a exportación y 110.9080 a importación.

De la cifra total de automóviles que se han gestionado en los puertos de la APV, la mayor parte, 320.622 corresponden al puerto de Valencia, mientras que el resto se han movido en el puerto de Sagunto. En el primer caso, el incremento es del 23,88% sobre el primer semestre del año anterior, muy en coherencia con la tendencia anual de este tráfico, que apunta un crecimiento del 24,5%.

Ford
En este tráfico de la dársena valenciana juega un papel esencial la factoría de Ford, ubicada en la localidad de Almussafes, ya que la compañía ha convertido al puerto de Valencia en su principal socio y hub para Europa, canalizando las exportación y concentrando las importaciones de vehículos para la Península Ibérica. Tanto es así, que recientemente la factoría incrementó su espacio en el puerto de Valencia, a través de una nueva concesión en el Muelle Norte del puerto de Valencia, donde la estibadora Valencia Terminal Europa se encargará de la operativa de los coches.

Aunque en menor medida, también en Sagunto crece este tráfico en los seis primeros meses del año. En concreto, lo hace a un ritmo del 4,29%, con un acumulado entre enero y junio de 92.947 coches. De hecho, Sagunto ha sido seleccionado por los fabricantes de automóviles españoles como el mejor puerto para sus operaciones. Sin embargo, la inexistencia de conexión ferroviaria, condición esencial para la logística del automóvil, ha penalizado al recinto relegándolo a otras posiciones.