La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha decidido dar prioridad al ferrocarril respecto a la carretera. “Se trata de un cambio de chip”, explica Marcelo Burgos, Jefe de Proyectos, Obras y Conservación de la APV, “a pesar del uso minoritario que todavía se da en los puertos, y que, en el caso de Valencia, es alto respecto a otros puertos, se trabaja por un cambio de filosofía”.

Las obras ya han comenzado en las inmediaciones al Muelle de Levante

Desde este punto de vista una de las primeras actuaciones que se hizo fue la automatización de los pasos a nivel, posteriormente, se prepararon los accesos al Dique del Este (la terminal del grupo Grimaldi) y los cruces o pasos a nivel en Acciona Trasmediterránea y en la terminal de MSC.

“Se trató de una inversión de casi cuatro millones de euros en elementos de seguridad en el total de 11 cruces en el ámbito ferroviario, además, algunos se redujeron”, explica Burgos. “Todas estas actuaciones se enmarcan en nuestra política para favorecer el transporte ferroviario”, concreta. “Gracias a esto hemos pasado de unos tiempos de circulación de casi dos horas, desde la zona Sur al Dique del Este, a sólo media hora”. Una vez conseguidas estas mejoras, la APV se planteó la adecuación de las playas de vías en las principales terminales del puerto de Valencia. “Vimos carencias en las longitudes de trenes susceptibles de ser atendidas. En algunos casos hasta llegar a los 750 metros había mucha diferencia”, explica Burgos. “La tendencia actual en la red ferroviaria es que los trenes puedan llegar a los 750 metros, por ello, desde la APV estudiamos las acciones necesarias para conseguirlo”.

De hecho, la longitud de las playas de vías en Noatum Container Terminal Valencia es de 600 metros, en Valencia Terminal Europa es de 900 metros pero en el Muelle de Levante no llega a 400 metros. Además frente al Muelle de Costa hay diseñada otra playas de vías. Servirá como estación de transferencia desde ADIF al puerto de Valencia -que actuará como operador ferroviario-, y su longitud es de 400 metros, tal y como concretó Burgos durante su exposición.

Plano detalle de las obras que se llevaran a cabo en la zona

Pero, el principal campo de batalla ha sido y es el Muelle de Levante. Al tratarse de una importante terminal en el recinto valenciano, y que sus playas de vías únicamente tengan una longitud de menos de 400 metros, tanto la terminal del Grupo TCB como la APV tomaron unas serie de medidas, algunas ejecutadas, otras están en ello y otras que se harán en breve, para alcanzar los 750 metros. Hasta ahora ya se han trasladado las puertas de TCV a otra ubicación (hasta las cabeceras de las vías) y se ha eliminado la antigua nave almacén de la terminal, ambas actuaciones competencia de la terminal.

Por su parte, y tarea ya de la APV, ahora se trabaja por eliminar la rotonda de la grúa de zorroza. Así está previsto construir una nueva, cuyas obras ya han comenzado, que resolverá la entrada a TCV y, de paso, dará acceso a la entrada al nueve muelle de cruceros de la Ampliación Norte. Estará ubicada en las proximidades a las antiguas puertas de la terminal.

De esta manera, el Muelle de Levante conseguirá una playa de vías de 750 metros y se prevé que a principios de año salga a concurso las obras. El presupuesto de licitación podría alcanzar los casi 4 millones de euros, incluyendo el tema ferroviario y viario.

El resultado final podría ver la luz a finales de 2013 o principios de 2014. Estará adaptado a ancho ibérico (por los trenes que llegan de Madrid) y otra vía será para ancho internacional UIC (por los trenes que llegan de Barcelona). Así se ha decidido con esta doble modalidad según concluyó un estudio dirigido por Manuel Guerra, del Departamento de Infraestructuras de la APV, relacionado con el Ancho de Vía. Además de estas medidas en el ámbito ferroviario, las terminales lograrán, gracias a estas actuaciones, ganar más espacio para almacenamiento y manipulación de contenedores.