1 de abril de 2009, y el puerto de Valencia sigue de fiesta
Lamentablemente una vez más el puerto de Valencia permanece sin actividad en la recogida y entrega de mercancías en contenedor durante todo un día de trabajo que, sin embargo, tiene la condición de laborable conforme al Calendario Laboral vigente y para el resto de las actividades portuarias es plenamente hábil. El jueves día 01 de abril las terminales mantienen cerradas sus puertas al movimiento terrestre de contenedores.
Esta anomalía es consecuencia de condicionamientos propios de las terminales de contenedores que se trasladan sobre el conjunto de la actividad, provocando perjuicios y transmitiendo ineficiencia al proceso logístico de importación y exportación de las mercancías.
Se generan costes añadidos para los operadores que no pueden desarrollar su actividad normal en un día laborable y también la indignación justificada de los clientes del puerto que ven condicionada su operativa por razones que no alcanzan a comprender. Por si faltara algo, esta fiesta logística inventada se acumula a otros días que sí son efectivamente festivos, alargando innecesariamente el periodo de inactividad y la afectación de la entrega y recogida de mercancías, que se traducirá en importantes congestiones y horas perdidas durante los días posteriores al periodo festivo.
Esta situación es motivo de frustración para muchos de los que trabajamos en el puerto y demuestra la incapacidad de los que estamos involucrados en tratar de propiciar un funcionamiento ordenado y racional de las actividades.
Sin embargo, no parece necesario extenderse mucho más en la falta de justificación y los aspectos negativos que rodean todo este asunto que por parte de los transportistas hemos tenido oportunidad de denunciar reiteradamente, trasladando desde hace años su tratamiento a los foros establecidos en el ámbito portuario. Ahora es sólo tiempo de poner en marcha las soluciones y de establecer mecanismos que impidan que esto vuelva a suceder. No estaremos a la altura del puerto del que vivimos y en el que trabajamos, si no somos capaces de resolver aspectos básicos que afectan a su funcionamiento, sometiéndolo a graves tensiones, a un importante desgaste entre unos y otros operadores y a la insatisfacción de los clientes por los caprichos de algún calendario de trabajo particular.
Las soluciones son posibles y las herramientas para conseguirlas están al alcance, como demuestra el hecho de que paradójicamente la actividad de atención al buque que se desarrolla en las mismas terminales no se ve afectada ni perturbada en estos mismos días, o que las propias terminales establecen excepciones al cumplimiento de este calendario festivo especial, que supuestamente les obliga, cuando lo consideran oportuno para sus intereses particulares, no en función del interés general.
Apelamos al sentido de la responsabilidad y al buen juicio de quienes tienen el compromiso de velar por el adecuado desenvolvimiento de las actividades portuarias. Tanto ellos, como nuestros responsables políticos en materia de transportes y los más altos representantes empresariales valencianos tienen la obligación de involucrarse en la resolución definitiva de este problema.
No bastan las palabras para presumir de la eficacia, calidad y buen funcionamiento de nuestro puerto, es necesario demostrarlo también con los hechos.
ELTC
31 de marzo de 2010