A partir de ahora, se abre un período de reflexión entre ACM y Alinghi, con el objetivo de clarificar los pasos a seguir en las próximas semanas.

El presidente del sindicato suizo, Ernesto Bertarelli, aseguraba el pasado martes en un comunicado que se sienten “decepcionados por el hecho de que un tecnicismo haya resultado en que el CNEV sea inválido y ahora esperamos entablar discusiones con el Golden Gate Yacht Club para mantener la America’s Cup en funcionamiento”.

Hasta el momento, el Desafío Español no ha hecho pública su valoración de la sentencia y espera estudiarla con detenimiento. Mientras, el presidente del sindicato Oracle, Russell Coutts, mostró en un comunicado su satisfacción por la decisión del juez.

El Golden Gate Yacht Club (GGYC), club náutico que representa el Oracle, argumentaba en su demanda que la elección del Desafío Español como ‘Challenger of Record’, lo que le permitía negociar el formato de la siguiente edición de la competición, era ilegal.

Tal y como establece la normativa, y entre otras posibilidades, americanos y suizos podrían resolver este conflicto en aguas de Valencia el próximo mes de junio, en un desafío al mejor de tres regatas con catamaranes por la propiedad de la Jarra de las Cien Guineas y los derechos de la competición para una próxima edición.

No obstante, ambos sindicatos prefieren en principio que la competición esté abierta a más participantes. “Inmediatamente procuraremos encontrar a otros desafíos para ponernos de acuerdo en unas reglas negociadas con otros equipos”, asegura Coutts.

Alinghi, que ganó los dos últimos títulos de la America’s Cup, tiene tiempo ahora para decidir si presenta una apelación a la decisión del Tribunal Supremo de Nueva YorK.

Las reacciones no se hicieron esperar. Tanto la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, como el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, se reunieron con Bertarelli nada más se conoció la decisión. A pesar de que fuentes oficiales afirmaron que “la mejor America’s Cup se volverá a disputar en aguas de Valencia”, otras fuentes ya han mostrado su preocupación ante una más que posible marcha de la competición a otras aguas.

En estos momentos, tanto la alcaldesa de Valencia como el presidente de la Generalitat han pasado la pelota a Ernesto Bertarelli, que debe decidir entre recurrir la sentencia, aceptar el reto de competir con catamaranes o aceptar las condiciones del BMW Oracle.