Fuentes de TMS, que pertence al Grupo Dragados, aseguraron ayer que la primera de las tareas que se va a llevar a cabo es la consolidación de los terrenos, que podría llevar de diez a 12 meses de duración.

Una vez finalizada la primera fase de la obra, que comprendería la construcción de una nave cerrada desde las actuales oficinas hasta casi el final de la terminal, daría la capacidad de gestionar alrededor de 3,2 millones de toneladas de mercancías.

Asimismo, y dependiendo de los tráficos que se dieran, se podría llevar a cabo una segunda fase de la ampliación, en la que se podría duplicar el tráfico de mercancías de la terminal.

En total, TMS prevé invertir alrededor de 50 millones de euros en adecuar su terminal del puerto de Valencia a la nueva normativa ambiental.