Fernando Gimeno es en la actualidad el jefe de Seguridad Industrial de la Autoridad Portuaria de Valencia, cargo que ocupa desde 2005.

Con anterioridad trabajó durante siete años como responsable de gestión de servicios portuarios del puerto de Gandía. La obra “Història del port de Gandia”, escrita en valenciano y castellano y con un resumen en inglés, es el resultado ampliado del proyecto de fin de curso que presentó el autor en el Master en Gestión Portuaria y Transporte Intermodal que anualmente imparte la Fundación Valenciaport.

El libro realiza un recorrido por la historia del puerto desde el año 1893 hasta la actualidad y está ilustrado con cerca de 400 imagénes y documentos gráficos. Rafael Aznar, presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, y José Manuel Orengo, alcalde de Gandía, son los autores del prólogo de esta obra que también alude al importe encuentro entre puerto y ciudad.

“El libro es un homenaje y recuerdo a todas las mujeres y hombres que a lo largo de más de 120 años han contribuido de manera anónima o conocida a fraguar la propia historia del puerto de Gandía”, asegura Fernando Gimeno.

Según el autor tres factores influyeron en las etapas de mayor incertidumbre del puerto: la precaria situación de la constructora del puerto, Alcoy & Gandia Railway & Harbour Company Limited, la mala elección del sitio para su construcción y las épocas de crisis nacionales e internacionales. Sin embargo, poco despues la naranja sirve de impulso definitivo para el crecimiento del puerto, que alcanzó su cénit a principios de los sesenta. A finales de esa década el cambio en el modo de tarnsporte de la naranja, utilizando el camión y el tren, provoca una crisis general, ya que Gandía y sus instalaciones no pueden competir con el nuevo tráfico estrella de los grandes puertos: el contenedor. Surge la alternativa a la naranja con el tráfico de papel, que hace que Gandía pase de puerto exportador a importador y le da la estabilidad necesaria.

Gimeno considera difícil que Gandía sedote de mayores infraestructuras por la trama urbanística que rodea al puerto. En este sentido, considera que mantendrá la estabilidad en su tráfico, lo que le permitirá ser un puerto muy pequeño, pero con superávit económico.