Si las condiciones meteorológicas lo permiten, Esperanza deberá recorrer los 14,4 kilómetros que separan la Punta de Oliveros (España) de Punta Cires (Marruecos).

Esta distancia aumentará hasta alcanzar entre 18 y 22 kilómetros debido al trayecto elegido, que discurre en dirección sudoeste y se reorienta luego hacia el sur para aprovechar las corrientes del Altántico.

Precisamente estas corrientes, que pueden superar los tres nudos, constituyen uno de los obstáculos más importantes de esta prueba, que podría desarrollarse entre los próximos días 20 y 26 de agosto si así lo deciden los profesionales de la Asociación para el Cruce a Nado del Estrecho de Gibraltar.

Estos expertos acompañarán a Apolo Esperanza con una embarcación dotada con equipos de localización y primeros auxilios y una lancha zodiac.

El triatleta explicó que se siente “preparado física y psicológicamente” para afrontar la travesía.

Esperanza se sumergirá en aguas del Estrecho con la confianza que le confieren las más de 200 pruebas de resistencia en las que ha participado entre triatlones, duatlones, pruebas ciclistas en carretera y montaña, travesías en bici de montaña, maratones y travesías a nado, entre otros.

Además, durante el último año ha participado en las travesías a nado desde la Isla de Tabarca hasta Santa Pola (6 kilómetros) y desde Peñíscola hasta Benicarló (más de ocho kilómetros).

A pesar de esta preparación, el deportista reiteró que las condiciones marítimas “son un condicionante externo muy variable” que podría afectar de forma muy significativa al resultado de la travesía.

Pero Apolo no se enfrentará solo a esta prueba de resistencia, ya que está previsto que le acompañe el trialeta Ramsés Gadivia.

Esperanza asegura que ha decidido embarcarse en esta nueva aventura marina “razonablemente difícil” porque el Estrecho de Gibraltar le “seduce”.

Por otra parte, Apolo se ha planteado la travesía como una especie de homenaje a dos amigos fallecidos, uno apasionado del mar y el otro experto nadador.

Para poder participar en esta aventura, Apolo Esperanza ha contado con la colaboración de la
transitaria valenciana Novocargo Levante, con la que le une una estrecha relación comercial debido al trabajo que desempeña en el departamento de exportación de una industria de inyección de plásticos.

A esta firma transitaria se le han sumado ya Bancaja, el Ayuntamiento de Moncada, el gimnasio Enzo y las firmas Evasión y Trishop.

Apolo Esperanza, que pertenece al Club Mountain Bike Turyciclo (Valencia) y al Biciclub Picassent, aseguró que tener detrás a patrocinadores y colaboradores “supone un apoyo y a la vez un compromiso moral”.

La travesía a nado del Estrecho no marca el final de la larga trayectoria deportiva de Apolo
Esperanza, sino más bien todo lo contrario.

Con esta difícil prueba, Apolo calienta motores para dos nuevas competiciones en 2008 : el Maratón de Nueva York y la carrera en bicicleta todoterreno “Trans-Atlas”, que tendrá lugar en la cordillera marroquí.

A estas citas podrían seguirles otras similares en diversos continentes, aunque Apolo Esperanza comentó que ese proyecto “es todavía una posibilidad”.