Rodeados de los centenares de contenedores que llegan a diario a los muelles valencianos, los barcos vinateros continúan atracando para reponer fuerzas antes de retomar sus largos viajes. El vino reclamara su sitio en Valencia. Y, aunque modesto, lo tiene.
Prueba de ello son los 273 barcos que han atracado en las instalaciones portuarias valencianas desde el año 2002. Desde el “Othello” hasta el “Old Wine”, pasando por el “Quality Spirit” o el “Panormus”. Todos tienen su particular historia.
Por lo general, cada uno de estos barcos vinateros transporta una carga media que se sitúa entre los 20.000 y los 25.000 hectolitros.
Según explicaron desde Operinter, empresa que asume la mayoría de las consignaciones de vino en el puerto de Valencia, esta carga llega mayoritariamente desde las denominaciones de origen de Utiel-Requena y Alicante, pero también desde otros puntos de la geografía española como Castilla-La Mancha.
Principales destinos
Si hay algo que define a los buques tanque que transportan vino es la irregularidad de sus escalas. Según Operinter, ta característica está muy vinculada a la demanda de los clientes, pero también al funcionamiento de las instituciones.
El responsable del departamento de importación-exportación de la firma, José Miquel, precisó que las tendencias en lo que se refiere a países de destino las marcan los plazos de cobro de las restituciones, término por el que se conoce a las ayudas a la exportación concedidas por el Gobierno.
En los últimos dos años, la exportación de vino a granel a través del puerto de Valencia se ha centrado en Rusia, que se suma a destinos habituales como España, Rumania, países mediterráneos como Francia, Grecia e Italia y algunos territorios africanos.
Por otra parte, José Miquel explicó que los mercados más receptivos al vino envasado que sale de las instalaciones portuarias valencianas, normalmente en contenedores, son países tan lejanos como los del norte de Europa, África, China o Canadá.
El vino en cifras
Los datos que maneja la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) no hacen más que confirmar el análisis de Operinter.
Según las estadísticas elaboradas por esta institución, las exportaciones de vino a granel a Rusia han experimentado un incremento muy significativo en los últimos años. Así, en 2002 salieron de Valencia con destino a puertos rusos un total de 9.276 toneladas, cifra que se elevó hasta las 126.997 toneladas en 2006 después de la disminución registrada en 2003, cuando el número de toneladas exportadas fue de 4.012.
Por el contrario, ese mismo año destacó por un incremento de las exportaciones de vino a granel a Italia (52.390 toneladas), destino que en 2006 recibió un total de 20.199 toneladas.
El tercer destino mayoritario del vino a granel comercializado a través del puerto de Valencia, Francia, recibió el año pasado 20.487 toneladas, lo que supuso un descenso significativo respecto a las 30.313 toneladas contabilizadas en 2005.
De este modo, Rusia, Italia y Francia fueron tres de los 15 países que se repartieron las 220.041 toneladas transportadas en 2006 desde las instalaciones portuarias valencianas.
En cuanto al vino envasado, los destinos ubicados en España registraron un descenso progresivo de las importaciones procedentes de Valencia desde 2002 (20.579 toneladas) hasta 2005 (10.339 toneladas), aunque esta línea de exportación se recuperó ligeramente en 2006 al alcanzar las 11.539 toneladas.
Por otra parte, Suecia registró en 2003 los niveles más altos de importación de vino envasado desde Valencia con 17.242 toneladas, un volumen que quedó reducido hasta las 14.668 toneladas en 2006.
Sin embargo, el país receptor que ha registrado unos mayores volúmenes de vino envasado desde 2002 ha sido China, que ha llegado a importar en 2006 un total de 24.363 toneladas de este producto.
El país asiático fue uno de los 96 países que recibieron cargas de vino envasado contenedorizada en 2006, con un volumen global de 198.614 toneladas.
En términos globales, las cifras proporcionadas por la Autoridad Portuaria de Valencia indican que se cargaron en el puerto de Valencia un total de 418.655 toneladas de vino envasado y a granel.
Este volumen comercializado desde Valencia forma parte del 20% de la producción vinícola de la Comunidad Valenciana que se dedica a la exportación. Según la Conselleria de Agricultura, en la autonomía existen cerca de 80.000 hectáreas de viñedos. Estas plantaciones generan alrededor de 450.000 toneladas anuales de uva, convertidas después en más de tres millones de hectolitros de vino, lo que representa el 8% de la producción nacional.
La OCM del vino
Este porcentaje podría variar en un futuro no tan lejano debido a la reforma de la Organización Común de Mercado del sector vitivinícola propuesta por la Comisión Europea.
Esta reforma supone el arranque voluntario de unas 200.000 hectáreas de viñedos “para acabar con la sobreproducción anual de 13 millones de hectolitros que generan los países de la Unión Europea y reconquistar los mercados que han ganado Australia, California, Chile y el sur de África”, según fuentes de la Unión Europea.
La Generalitat informó de que los viticultores que decidan eliminar sus plantaciones recibirán
en 2009 cerca de 7.100 euros por hectárea arrancada, cifra que se reducirá en 2011 a alrededor de 4.600 euros. La medida prevé que sean las dinámicas del mercado las que marquen la rentabilidad de los productores a partir de 2009 y plantea restricciones a la plantación de algunas variedades a nivel nacional para que los productores se acomoden a las tendencias de ese mercado.
Además, parte del presupuesto empleado hasta el momento en la financiación de medidas de apoyo a la industria vitivinícola se destinará a acciones de promoción de los vinos europeos en el mercado internacional, que tendrán un coste de unos 120 millones de euros para las arcas europeas.
Por otra parte, la consellera de Agricultura, Maritina Hernández, aseguró en un comunicado que alrededor de 400 millones de euros de los 1.300 que constituyen el presupuesto anual de la OCM se destinarán a medidas de desarrollo rural, por lo que esta cantidad “dejará de ingresarse directamente a los viticultores” y supondrá “un desmantelamiento del tejido productivo de este sector”.
Además, la organización agrícola valenciana “La Unió-COAG” estima que la aprobación definitiva de la nueva OCM supondría el arranque voluntario de un total de 6.150 hectáreas de viñedo en la Comunitat Valenciana a partir de 2009, lo que supondría más de 5% de la superficie que el viñedo ocupa actualmente en la autonomía.
Para La Unió, la nueva OCM “beneficia claramente a las grandes explotaciones e inversores de fuera del sector porque liberaliza las superficies a partir de 2014”. Además, la asociación critica que el futuro acuerdo “concede un excesivo protagonismo a la industria y a los comerciantes y elimina todas las medidas de regulación del mercado del vino”.
Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA-PV) asegura que los “planteamientos liberalizadores" de la OCM "tendrán como consecuencia un fuerte descenso de la renta de los viticultores" y provocarán "la progresiva desaparición de las empresas familiares" así como un "acelerado abandono de la actividad y un mayor declive de las zonas rurales con una economía predominantemente vitivinícola”.
Promoción
A la espera de los cambios que se puedan derivar de la reforma de la OCM, la Generalitat sigue apostando por la difusión de los vinos valencianos a través del Plan Estratégico de la Vid y el Vino aprobado en 2005, que incluye acciones de promoción con un presupuesto global de siete millones de euros.
Estas iniciativas serán la continuación de otras acciones promocionales llevadas a cabo este año por el Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX). Entre ellas destacan un acto en el Hotel Sheraton Creek de Dubai (Emiratos Árabes) o el “Valencian Food and Wine Festival”, celebrado en Guangzhou (China).