La naviera Iscomar fletó este fin de semana un “fast ferry” para que sus clientes pudieran ver de cerca la disputa entre el equipo Emirates-New Zealand y el italiano Luna Rossa en el marco de las finales de la Copa Luis Vuitton de vela, que se celebra en aguas valencianas.

Así, unos ciento cinquenta pasajeros fueron testigos privilegiados de tres victorias consecutivas del Emirates-New Zealand, que tendrá que repetir la hazaña en las seis carreras siguientes para proclamarse campeón de la final y tener derecho a enfrentarse al defensor del título, el equipo suizo Alinghi, en la Copa de América.

El “Pitiusa Nova”, consignado por Marcargo, tiene una capacidad máxima de 300 pasajeros.

El buque, que atracó en el Muelle de Levante después de las carreras, tiene una eslora de 50 metros, una manga de 14 metros, un calado de 2,43 metros y un registro bruto de 775 toneladas.