“Pretendemos, pues, prestar un servicio de interés público; un servicio de información amplio y veraz y tan práctico y eficaz como ya se viene prestando en otros puertos de nuestro litoral a través de estos boletines de información portuaria”, señalaba el editorial de aquel primer número. Arrancó con la confianza de algunos agentes de aduanas, consignatarios y transitarios, que incluían entonces algún modesto anuncio ofertando sus servicios, mostrando así su apoyo a esta nueva iniciativa.

En junio de 2002 Diario Valencia Marítima abordó una nueva etapa, con un nuevo editor y proyectos nuevos, que se han ido modificando y adaptando a una idea que tiene mucho que ver con la que dio a luz a esta publicación: informarles y ayudarles en su día a día.