Denuncia del transporte terrestre frente al calendario de Semana Santa y Pascua en las terminales de contenedores del puerto de Valencia
Desde hace años, FVET-PUERTO, viene insistiendo en los diversos foros y reuniones a las que se nos convoca, en la necesidad de establecer un calendario de trabajo que fije las jornadas festivas con una antelación suficiente que permita programar la operativa y que dicho calendario sea homogéneo en las tres terminales de contenedores, con el fin de ofrecer a los clientes del Puerto de Valencia el mejor servicio posible.
Así, FVET-PUERTO viene planteando diversas premisas que consideramos necesarias para ofrecer un servicio de calidad: que el calendario esté establecido y cerrado a principios de año; que exista un criterio único por parte de las instalaciones; y que se recojan las necesidades de todo el colectivo y no únicamente de algunos de sus actores como, por ejemplo, que las terminales en determinadas fechas (festivos locales, festivos del convenio de la estiba, etc.) no sólo abran para las operaciones marítimas, sino también para las terrestres.
Pese a todos los esfuerzos, el resultado ha sido nimio e insuficiente. Durante las próximas jornadas de Semana Santa y Pascua, no sólo no existe un criterio unitario en las tres instalaciones convirtiendo el calendario en un galimatías (cada una de ellas ha establecido una opción diferente: no abrir, abrir medio día, anticipar la apertura y/o abrir el día entero), sino que la comunicación sobre este planteamiento ha llegado con una antelación exigua.
Esta situación caótica no es ninguna novedad. Todo lo contrario, viene produciéndose de forma reiterada cada vez que se aproxima una fecha “comprometida”: festivos de convenio en la estiba, festivos locales, etc. Y una vez más, FVET-PUERTO reclama un calendario lógico, coherente y acorde con las necesidades de los clientes, que no entienden cómo la actuación de un único colectivo puede tener tal impacto en la operativa de toda la comunidad portuaria.
A dicho panorama hay que añadir la complicada situación que atravesamos con los condicionantes de los aranceles estadounidenses, que están afectando a la actividad portuaria y cuya respuesta en algún caso, lejos de ser un refuerzo del servicio, ha sido la cancelación de segundas escalas de barco o directamente el cierre de la instalación para los contenedores de exportación.
Se hace evidente que la Autoridad Portuaria de Valencia (a quien agradecemos su implicación) no ha sido capaz de establecer unos criterios razonables y exigir a las terminales de contenedores un compromiso real con el Puerto de Valencia que todos deseamos: serio, efectivo y rentable.