En este contexto totalmente crítico, se puso a prueba la capacidad de respuesta de las instituciones, evidenciando la necesidad de una movilización rápida y coordinada por la sociedad civil para atender a las urgencias de la población damnificada.
Ante esta situación surge la iniciativa “La Estiba Responde DANA 2024”, en la cual, el colectivo de estibadores valencianos se sirvió de la infraestructura de “Coordinadora Solidaria Valencia” para, como su mismo nombre indica, coordinar las ayudas a los afectados de la DANA, combinando la entrega de ayuda humanitaria, el apoyo logístico y la cooperación con las autoridades locales.
Los sindicatos han orquestado y supervisado todas las actividades de este proyecto, teniendo como puesto de mando central las instalaciones del Centro Portuario de Empleo de Valencia, a fin de maximizar la eficiencia y efectividad de las intervenciones. Con reuniones diarias de planificación para ajustar rápidamente sus acciones según las necesidades emergentes y la evolución de la situación del terreno.
El objetivo no era solo atender las necesidades inmediatas, sino también contribuir a la recuperación y normalización de las zonas arrasadas, por lo que urge la necesidad imperiosa de desatascar las vías de acceso principal para facilitar así el tránsito de personas y servicios de emergencia.
Es aquí donde los estibadores, poseedores todos de carnet de tráiler y capacitados para manipular maquinaria pesada y gracias a la Asociación de Jóvenes Empresarios de Valencia (AJEV), quienes cedieron 2 retroexcavadoras, 7 dumpers, 1 manitou y 1 tractor John Deere, pudieron llevar a cabo labores de voluntariado, retirando vehículos, escombros, basura y muebles de las calles de los municipios de Benetússer y Paiporta.
Toda esta tarea necesitaba de una organización, por lo que los estibadores, acostumbrados a trabajar en collas de trabajo, transladaron este modus operandi a las zonas afectadas, que, en colaboración con los responsables de emergencias de los ayuntamientos de Benetússer y Paiporta, coordinaban las directrices dividiendo el territorio de acción en 4 subzonas. Allí conformaban manos de trabajo con capataces, operadores de maquinaria y estibadores en apoyo tierra equipados con palas y rastrillos.
Durante 19 días, esta ayuda que fue desplegada en ambos municipios logró aglutinar a más de 350 estibadores, incluso hubo días de más de 70 estibadores repartidos en 3 turnos de 4 horas. Aunque inicialmente se plantearon hacer turnos de 24 horas, como habitualmente trabajan en su puesto de trabajo donde el puerto nunca duerme, esto fue inviable, pues carecían de luz una vez caía el sol.
Los sindicatos SEI (Sindicato de Estibadores Independiente) y Coordinadora han alquilado un total de 16 coches para ponerlos a disposición de los compañeros que han perdido sus vehículos y no tienen como desplazarse.
Frente Portuario compró 5 hidrolimpiadoras profesionales para limpiar y habilitar el colegio Baladre en Picanya, y lo suministró con ordenadores y material escolar. También distribuyeron electrodomésticos entre los afiliados que sufrieron inundaciones.
El Puchero Portuario, un proyecto liderado por Coordinadora Solidaria Valencia, reparten diariamente más de 1.000 menús para usuarios habituales, afectados por la DANA y también para voluntarios.
Otra iniciativa surgida a raíz de esta tragedia ha sido que cada uno de los casi 1600 estibadores valencianos done un jornal para los damnificados de la DANA, pues toda ayuda es poca cuando hay personas que lo han perdido literalmente todo.
Con el apoyo de voluntarios del Puerto de Tarragona, Coordinadora Solidaria y la colaboración de “Aportem” y Pinturas Jose Antonio García, reabrieron colegios como CEIP Sant Blas, AADISA, La Gavina.
Desde el Puerto de Barcelona, con la ayuda de camioneros de Sintraport bajaron 11 tráilers cargados con material de higiene. Además, los estibadores barceloneses anunciaron también la donación de 150.000 euros para estos pueblos y ayudarlos así a su reconstrucción. Esta votación fue aprobada por unanimidad en una asamblea a mano alzada, algo característico de este colectivo en la toma de decisiones. «Además, para completar otra iniciativa que ha surgido de la plantilla, el día 21 de diciembre bajaron a Albal y Alfafar 1 tráiler con 650 juguetes para niñas y niños de 3 escuelas que se han visto afectados.» comenta el compañero Josep de Barcelona.
Asimismo, desde el Puerto de Algeciras se han enviado 60 toneladas de ayuda, alimentos no perecederos, botas de agua, palas, mangueras, material de construcción, colchones, etc.
Y esta ayuda no llega sólo desde la Península, nuestros homólogos canarios del Puerto de Las Palmas han renunciado a su cesta navideña para donar 60.000 euros en ayudar a reconstruir un colegio o un asilo, pero están abiertos a la opción de enviar materiales o alimentos según las necesidades actuales de estas zonas.
Con todo ello, es admirable pertenecer a un colectivo que ha despertado tal oleada de solidaridad, que refleja una firme responsabilidad social y una eficiencia operativa ejemplar.
Victoria Company / Trincadora en el puerto de Valencia
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