Durante su intervención, Soler aprovechó para agradecer la rápida actuación del Ayuntamiento ante sus peticiones asegurando que “tenemos una comunicación muy fluida” con el Ayuntamiento. Además, dio la bienvenida a los nuevos socios del Propeller con la entrega de una metopa.

Por su parte, la alcaldesa de Valencia reconoció que la integración puerto-ciudad es inconcebible sin la comunicación estrecha entre el Ayuntamiento y el Propeller. Además aclaró que “la ciudad no será sin su puerto y el puerto no será sin su ciudad” refiriéndose a que el bien del puerto siempre tiene que ir de la mano del beneficio de la ciudad. Sin embargo, Catalá hizo hincapié en la perversidad de “hacer colisionar desarrollo y progreso con sostenibilidad”.

En este sentido, defendió que la ciudad puede “crecer y apostar por el progreso siendo pioneros en sostenibilidad. El puerto de Valencia debe, puede y va a ser uno de los puertos de referencia en materia de sostenibilidad ahora y en el futuro”.

En cuanto a la importancia del Puerto de Valencia, la alcaldesa señaló que aporta un valor de 3.000 millones de euros brutos anuales, supone el 3% del PIB de la Comunitat y genera unos 50.000 empleos, es decir, “está muy en juego gran parte de la economía de esta ciudad y de la comunidad”. En este aspecto María José Catalá se refirió a la ampliación y las expectativas que esta genera: “hablamos de 1.500 millones de euros de inversión público-privada y más de 44.000 empleos directos”.

La alcaldesa se mostró orgullosa de haber desbloqueado a nivel político la ampliación del puerto de manera que “podremos tener la ansiada terminal norte”. Sin embargo, todavía está pendiente de la resolución de un recurso para que se adjudiquen las obras.

Por otro lado, Catalá también quiso destacar el papel del Ayuntamiento en cuanto a la Zona de Actividades Logísticas cuya licencia entregó a MSC para la construcción de su nueva plataforma de logística en frío.

En esta línea aseguró que desde su equipo de gobierno han reactivado proyectos privados por valor de 750 millones de euros en Valencia. “Licencias de actividad que llevaban paralizadas durante años. No vamos a dejar escapar una sola inversión que pueda beneficiar a esta ciudad”.

Entre los proyectos a destacar, la alcaldesa de Valencia mencionó la autopista ferroviaria que conecta Madrid con el puerto de Valencia, por la cual se ahorrarán 16.000 toneladas de emisiones de CO2 al año.

La problemática de la V30 saturada también se puso ayer sobre la mesa alegando que “urge una ampliación, no solo para el tráfico de camiones, sino también por los propios usuarios” defendió Catalá, que además pidió al Gobierno Central dar un paso al frente para desbloquear este proyecto. Por ello, anunció que el Ayuntamiento exigirá que se incluya el acceso norte dentro de los Presupuestos Generales del Estado.

Por último, Catalá finalizaba su intervención haciendo alusión a la disyuntiva entre la ciudadanía y el turismo; en este sentido ha aclarado que “las cifras de la ciudad de Valencia no tienen que preocuparnos absolutamente a nadie porque es responsabilidad de los políticos adelantarnos a los acontecimientos negativos para evitar que pasen”. Por ello, se creará una comisión entre la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento para dialogar sobre el tema de los cruceros: “creo que es importante que los ciudadanos vean que hay alguien cogiendo la batuta, liderando, ordenando e intentando gestionar una convivencia de calidad”.