1978. Relevo al frente de la Junta del Puerto de Valencia. Salvador Castellano sustituye a Bernardo Lassala en la presidencia y se tramita el expediente para la solicitud del Estatuto de Autonomía para el recinto valenciano, concedido en agosto de aquel año y aprobado en octubre.

Se produce, así, uno de los mayores revulsivos para la evolución del puerto. La Junta del Puerto, como tal, finaliza sus gestiones tras más de cien años; nace el Puerto Autónomo de Valencia.

Y así es como arranca la década de los ochenta a orillas de Valencia. La historia del Puerto entró en una nueva dimensión bajo el manto del recién llegado organismo oficial, que se extendió hasta que en 1992 volviera a cambiar su nomenclatura con la entrada en vigor de la nueva Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, que a su vez da paso a lo que hoy conocemos como Autoridad Portuaria de Valencia (APV). Pero volvamos al 78.

Un año marcado
La concesión del Estatuto de Autonomía se ejecutó acorde a las exigencias del momento por parte de las grandes compañías marítimas dedicadas al transporte de contenedores, ya entonces base del comercio internacional. Todo ello, sin desatender otros tráficos, como los graneles sólidos, los hidrocarburos y la mercancía convencional, así como también el trasporte de pasajeros, sobre todo en Valencia. El Puerto consolidó su posición en el tráfico marítimo y en 1979 se conmpleta el primer ejercicio completo en el recién instaurado nombre de Puerto Autónomo.

En ese mismo período, por cierto, se produce la inauguración de las nuevas instalaciones de la terminal de contenedores, localizadas en la prolongación del trascendental Muelle de Levante, protagonista en episodios anteriores.

El caso es que en 1980 se constituye el primer Consejo de Administración del Puerto Autónomo de Valencia y es nombrado un nuevo presidente. Castellano deja paso a José María Boquera Oliver. Este relevo representó el reemplazo definitivo de la antigua Junta del Puerto, que había continuado gestionando en funciones, aunque algunos de sus miembros también formaron parte del nuevo orden.

Un mes más tarde se produciría otra permuta crucial en la historia del Puerto. Tras llegar José Luis Vilar Hueso a la edad de jubilación tras 16 años como director, Fernando Huet Fuentes recogió su testigo de forma provisional hasta que, en el 81, Rafael del Moral, quien había tenido incidencia años antes en la apuesta de Perfecto Palacio por el contenedor en Valencia, regresa a la gestión portuaria en la ciudad como nuevo director del Puerto Autónomo. Son algunos de los movimientos del inicio de la década de los ochenta, años en los que existió un nuevo alza en lo que a tráfico se refiere: se superaron los 8 millones de toneladas movidas y se rebasó la cifra de los 100.000 contenedores, que transportaron más de un millón de toneladas de mercancía general. El Puerto de Valencia continuó dando pasos al frente... hasta ser hoy uno de los líderes en el Mediterráneo.

1992: nace la APV
En total, fueron casi quince años de Puerto Autónomo de Valencia. El Estatuto de Autonomía marcó, como muchos otros hitos, un antes y un después en la ciudad y su puerto, pero la llegada de los noventa implicaría un nuevo cambio de paradigma. Otra etapa que nos acerca a la posición en la que hoy se encuentra el recinto valenciano.

1992. Nueva Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, en vigor a finales de año. Se establece así otro modelo de organización y explotación del sistema portuario basado en la creación de un ente público. El que hoy conocemos como Puertos del Estado sustituye a la Dirección General de Puertos. Y el Puerto Autónomo de Valencia ahora se llama Autoridad Portuaria.

El nuevo orden jerárquico aterriza para evitar discrepancias entre el ente público de Puertos del Estado y los órganos de gobierno de los propios puertos, y la actualizar el mapa de puertos en España con el objetivo de responder a las nuevas tendencias del tráfico marítimo. Todo da a luz a la actual organización del Puerto de Valencia.