El pasado fin de semana recaló en el puerto de Valencia, concretamente en el Muelle de Cruceros Uno de la Ampliación Norte, encargándose de la consignación la compañía Pérez y Cía. Este buque fue construido en el año 1996, lleva bandera maltesa y cuenta con una eslor ade 264 metros, así como 32 metros de manga. Entre otros equipamientos, la nave, que dispone de siete pisos, tiene un un muro de escalada y un campo de golf en miniatura con nueve hoyos.

El crucero, atracados en Muelle de Cruceros Uno

A lo largo de este verano la industria crucerística está demostrando su confianza en la dársena valenciana. Y es que Valencia se ha convertido en un “destino de moda”, que atrae tanto a navieras especializadas en público familiar como las que apuest apor el visitantes premium y las pequeñas embarcaciones de lujo.

Así, después del duro bache que ha supuesto para el sector la crisis sanitaria, son muchos los turistas que apuestan por Valencia y por su rica y variadas oferta: museos, ruta de la seda, Ciudad de las Artes y las Ciencias, la Albuferas o las excursiones a localidades como Sagunto, Requena, Xàtiva, Alboraya, Manises o Tabernes Blanques.

Valencia se ha consolidad como un destino mediano y sostenible en cruceros, con crecimientos anuales del 2%. En 2019 el puerto de Valencia recibió 203 escala sde cruceros y 435 cruceristas y, de acuerdo a un estudio elaborado por la Universidad Politécnica d eValencia, el gasto medio asociado a la visita de los cruceros genera un impacto económico total de aproximadmente 71 millones de euros en términos de producción.