El Edificio del Reloj del puerto de Valencia acogió ayer los actos organizados por la Fundación Lumbini con motivo de de la estancia en Valencia de la escultura del Buda que la fundación regala a la ciudad de Cáceres.

Aurelio Martínez, presidente de Valenciaport recordó en su intervención que “los puertos son algo más que transporte de mercancías”. “La Ruta de la Seda empezó como una ruta terrestre y ahora es marítima”, recordó el presidente, que aludió a la gran tradición que hay en Valencia del Gremio Velluters, impulsor de la Lonja y que sitúa a la ciudad en todos los caminos de la Ruta de la Seda.

El alcalde de Cáceres, Luis Salaya

José Manuel Vilanova, presidente de la Fundación Lumbini, aseguró que ayer era “un día importante para nosotros” y un importante respaldo a Cáceres, respaldo que confirmó el alcalde de la ciudad extremeña, Luis Salaya. Aseguró que la Fundación ha abierto un camino de enriquecimiento en una ciudad tan antigua como Cáceres que, además, no tiene puerto. “La ciudad es un punto de encuentro con la paz. De hecho, no se entendería la ciudad sin este concepto. Además, hoy es el día de Extremadura y que mejor manera de celebrarlo que con este bonito homenaje a los ciudadanos”.

El presidente de Valenciaport durante su intervención

Réplica
Esta escultura es una réplica de dos metros del Gran Buda de 40 metros. Está realizada en jade blanco birmano, una piedra originaria de la Antigua China, venerada desde hace siglos. La escultura ha llegado a Valencia procedente del puerto de Thilawa, en Myanmar, la antigua Birmania.

El presidente de la Fundación Lumbin