El puerto de Tarragona retira 12.626 toneladas de virutas de madera
El puerto de Tarragona, conjuntamente con la empresa estibadora, han finalizado los trabajos de retirada definitiva para transporte por carretera de las 12.626 toneladas de virutas de madera ubicadas en los muelles de Navarra y de Aragón del recinto portuario tarraconense.
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Instantánea de los trabajos de retirada (Foto APT) |
Desde el pasado 21 de octubre, la biomasa ha estado saliendo a un ritmo de 600 toneladas al día. El objetivo del Puerto de Tarragona ha sido agilizar los trabajos para retirar el fragmento hacia su destino y función final para evitar nuevos episodios de autocombustión.
La operación ha servido para retirar un material que entró en autocombustión el pasado 25 de septiembre, avivado por las fuertes rachas de viento presentes aquellos días. En el momento del incidente las pilas de biomasa situadas en el muelle de Aragón esperaban a ser cargadas en un barco. Adicionalmente, los expedientes derivados de este accidente continuarán su trámite para trasladar a los responsables de la mercancía todos los costes generados en el puerto de Tarragona.
El puerto de Tarragona también ha endurecido las condiciones para admitir viruta de madera para evitar nuevos incidentes derivados del deterioro de la estiba.
En estos momentos es imprescindible que cualquier almacenamiento de astilla de madera tenga asignado una fecha confirmada de salida en barco que, además, no supere el periodo estimado de deterioro de la biomasa que pueda generar episodios de autocombustión.
Desde el pasado noviembre de 2019 el puerto de Tarragona tenía una ocupación autorizada de residuos de madera repartida en el muelle de Navarra con 6.700 toneladas y el muelle de Aragón con 5.926 toneladas.
Después de un período prolongado de almacenamiento al aire libre, la madera puede sufrir procesos de autocombustión. En el interior de las pilas de astilla tienen lugar una serie de procesos físicos, químicos y biológicos que conllevan un incremento de la temperatura y variaciones en el contenido de humedad, causando un efecto chimenea, con circulación de aire desde los lados hacia la parte superior de la pila.
Ante esta eventualidad el puerto de Tarragona vela para que se adopten medidas preventivas de enfriamiento de la mercancía a fin de evitar riesgos: rebaja de la altura de las pilas a 1,5 metros, segregación en varias pilas más pequeñas o áreas de enfriamiento separadas y ampliación de la superficie ocupada. Además, se procede a la remoción activa y continuada de las pilas para enfriar la temperatura.