Ante la situación que atravesamos por la pandemia, los puertos y las empresas pueden elegir: o dejar que pase esta crisis sanitaria o anticiparse y transformarse para adaptarse a la nueva realidad. Esto último es lo que el puerto de Tarragona ha hecho estableciéndose como una ventana de oportunidades para las empresas logísticas.

Josep María Cruset durante su intervención

En este contexto, su presidente, Josep María Cruset ha analizado en el contexto de la Barcelona New Economy Week, las ventajas del puerto de Tarragona como hub clave en el Mediterráneo y el Sur de Europa.

El plan estratégico del puerto se establece en aquellos puntos claves de transformación para adaptarse y crear oportunidades.

“El Covid-19 ha producido una transformación en todos los sentidos, ha sido un factor distructivo que también ha cambiado las actividades logísticas”, ha señalado Cruset.

El puerto de Tarragona debe de tener en cuenta las nuevas tendencias para convertirlas en oportunidades. Como por ejemplo, la alta demanda de suelo logístico; la accesibilidad y conectividad de sus instalaciones; y su apuesta por la digitalización son factores fundamentales de este puerto que desarrolla su actividad siempre respetando el Medio.

Ambiente y con el desarrollo sostenible como bandera. “El desarrollo económico tiene que estar vinculado con el desarrollo sostenible”, destaca el presidente del puerto de Tarragona que ha sido capaz de reducir en un 90% la huella de Carbono.

Respecto al suelo logístico, el desarrollo de ZAL, - de un millón de metros cuadrados de suelo logístico y mas de 400.000 metros curadrados de techo-, emplazado dentro del puerto para asegurar la conectividad de la infraestructura del puerto con los ejes de transporte: el
ferroviario, y carretera.

De esta forma -añade Josep María Cruset- nuestro puerto cuenta con una ubicación de gran valor estratégico en la confluencia del Corredor Mediterráneo y del interior, lo que nos sitúa a pocas horas de la península y un día del centro de Europa tanto por tren por carretera”.

“Nuestro muelle ofrece, además, hasta 20 metros de calado capaz de mover 400.000 TEUS anuales”, de manera que según señala Cruset refuerza su rol de hub del Mediterráneo y puerta Sur de Europa.

Además, el presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona ha destacado que el Covid-19 ha cambiado también el marco mental. “Esta situación ha generado el despertar de muchas empresas. El interés inversor va en ascenso”, concluye Cruset.