SEATRADE CRUISE GLOBAL FORT LAUDERDALE
Tarragona Cruise Port Costa Dorada lo ha conseguido. En pocos años ha logrado consolidarse como un destino de cruceros en el Mediterráneo y, sobre todo, se ha posicionado como una opción muy a tener en cuenta por las navieras.

Genoveva Climent, Josep Andreu y Alba Colet

El respaldo de Costa Cruceros, que ha elegido a Tarragona como puerto base, ha sido sin duda definitivo, tal como reconocer el presidente del puerto, Josep Andreu, y ha hecho que el enclave alcance los objetivos marcados en un tiempo récord.

“Nuestro objetivo es doble -señala Andreu- Por un lado, queremos seguir creciendo como puerto en el tráfico de cruceros y, por otro lado, llegamos a Fort Lauderdale con el fin de promocionarnos y darnos a conocer entre nuevas compañías para que confíen en Tarragona. Queremos poner en valor nuestro proyecto”.

“La oportunidad de ser puerto base, una de nuestras metas, nos ha llegado antes de lo previsto y hemos conseguido superar el año 2017 con un balance muy positivo y con la confianza en desarrollar 2018 aún mejor”, prosigue el presidente, que asegura que la responsabilidad es “elevada” no sólo por la compañía sino también por los clientes de ésta.

Para el presidente del recinto, la experiencia que ha aportado la apuesta de Costa y este rápido crecimiento actúan como un estímulo para seguir creciendo y mejorar la calidad del servicio y las infraestructuras. “Tenemos el reto de organizarnos mejor y jugar un papel importante como new player en el ámbito de cruceros, así como reforzar nuestro equipo para cruceros y aumentar su especialización”.

Gran parte del éxito del puerto de Tarragona radica en la solidez de la oferta turística y su calidad. Se trata de “un destino potente”, con numerosos atractivos y con la capacidad para adaptarse a diferentes perfiles de cruceristas.