El Puerto de Tarragona ha iniciado la tarea de instalar los bolardos en el muelle balear. Se instalarán un total de 33 bolardos con una capacidad de 200 toneladas cada uno, que servirán de servicio de amarre para los cruceros más grandes del mundo.

Imagen de la instalación de los bolardos (Foto APT)

Las defensas, que se están instalando a un ritmo similar, y los bolards son las piezas que reciben los esfuerzos del amarre y amarre del barco. Por lo tanto, cuando un barco se acerca lentamente en la maniobra de atraque, las defensas absorben la energía que el barco lleva en la maniobra, protegiendo la integridad tanto del muelle como del propio barco en el momento del contacto.

Por otro lado, en episodios de fuertes vientos y olas, las defensas y los bolardos se encargan de absorber la energía del barco sobre todo cuando tiende a acercarse o alejarse del muelle.

En paralelo a los trabajos de instalación de los bolardos, el Puerto está terminando los últimos metros de la viga de borde. El último tramo ya se ha formado con un carro de encofrado, y solo quedan unos pocos tramos por completar manualmente debido a la dificultad de acceso.

El Puerto de Tarragona ha comenzado a preparar la explanada con los últimos movimientos de tierra para futuras pavimentaciones. En este sentido, también se han comenzado a instalar las primeras farolas para la iluminación del muelle. Cuando la nueva infraestructura esté en funcionamiento, aumentará la capacidad para recibir más visitantes y en mejores condiciones, con una línea de atraque total de 700 metros, ya que, en 240 de estos 460 metros de longitud, se puede atracar a ambos lados y se añade la zona de espigón de Levante.

Sin embargo, el número de cruceros que podrán atracar simultáneamente se ha duplicado, además de albergar los cruceros más grandes del mundo.