Se trata de una aportación de arena con un presupuesto total de 2,9 millones de euros para el período 2020 a 2023, lo que representan unos 700.000 euros cada año. Este tipo de obras dispone de una condición especial de ejecución de carácter medioambiental conforme el artículo 202 de la Ley de Contratación del Servicio Público.
Las tareas comenzaron unos días antes de que la draga entrara en funcionamiento con la instalación de las tuberías que transportan los sedimentos hasta la playa. El trabajo de la draga, construida en 1993, consiste en coger los sedimentos de la zona autorizada ante el cabo Salou y transportarlos hasta la tubería instalada frente a la costa. Esta zona autorizada se trata de una parcela submarina situada en la zona II del Puerto de Tarragona. Los sedimentos llegan a unos metros de la playa donde son repartidos finalmente por maquinaria terrestre.
Esta aportación extraordinaria de arena, unida a la acción de los diques de contención que hay a cada lado de la playa, el contradique de los Prados y el espigón del Rincón, permitirá devolver el equilibrio a la playa de la Pineda.
Esta aportaciones extraordinarias de arena, unida a la acción de los diques de contención que hay a cada lado de la playa, el contradique de los Prados y el espigón del Rincón, permitirá devolver el equilibrio a la playa de la Pineda.
La draga
Esta draga llamada Viking I fue construida en 1993. Esta maquinaria ha participado en varias obras de dragado como en el mantenimiento del Guadalquivir, la regeneración de las playas de Gandía y Valencia, la ampliación de los 'Puertos de Langosteira en A Coruña o las tareas a Isla Verde a Algeciras.
Algunas de las próximas actuaciones programadas con la draga son la reparación de los daños causados por los temporales marítimos, de viento y de lluvias en enero en la provincia de Barcelona y aportación de arena en la playa situada al sur del Llobregat.
Respecto del entorno
Uno de los objetivos por el Puerto de Tarragona es velar por el entorno natural en todos sus ámbitos de actuación, especialmente en lo que se refiere a las obras. Por este motivo, además de cumplir con las medidas ambientales requeridas por norma, da un paso más allá y aplica unos controles propios y específicos en esta obra.
El dragado se efectúa en una zona cercana a la "ZEPA marina Islas Columbretes - Delta del Ebro, que forma parte de red naturaleza, y se tomarán todas las medidas para evitar la afectación de las actuaciones sobre los enclaves de flora marina y sobre las aves, principalmente.
Una de las medidas principal será controlar la calidad del dragado y de las aguas. Se llevarán a cabo controles de la turbidez del agua y se instalarán cortinas para evitarla. Y, dentro de las medidas ambientales de competitividad en estrategias marítimas, utilizarán sonares y submarinistas para controlar que el dragado no dañe la flora de la zona, poblada de Cymodocea nodosa, es un alga fanerógama marina incluida en el listado de especies silvestres de protección especial.
Además, el Puerto de Tarragona realizará controles periódicos para avistamiento o rastro de la tortuga boba. Una especie en riesgo de que se sabe de su presencia en otras playas del litoral tarraconense, pero que hasta la fecha no ha sido vista en la playa de la Pineda.