First date
La primera cita te marca para el resto de tu vida, salga como salga, blanca, negra o gris, porque saldrás con la sensación de lo que ambas partes pueden y quieren hacer, en especial si el equilibrio de poderes entre ambas existe.
Cuestión bien diferente será si una parte es la que administra y la otra es el administrado, donde, entonces, no hay tal equilibrio de poder. Hace unos días, tuve la suerte de asistir aun desayuno de trabajo, en el que cuatro de las más relevantes autoridades portuarias de este país, hicieron un recorrido por la situación actual de sus puertos. Congestiones, inversiones, tecnología aparte, coincidieron en que se estaban ralentizando las operaciones por determinados controles aduaneros y paraaduaneros, que bien podrían llevarse a cabo en destino. De inmediato pensé sobre ellos y ante la ausencia de debate con el público asistente, decidí revisar mis notas con calma y reflexionar para escribir sobre ello. No estoy de acuerdo en que esa propuesta de inspección en destino, pueda llevarse a cabo de forma generalizada por los diferentes organismos de la administración, que además cuelgan de otros tantos y diferentes Ministerios, lo que ya es una rémora en si y vamos por partes. La parte aduanera, puede inspeccionarse en destino, siempre y cuando operador y su representante tengan acreditaciones legales suficientes que le faculten para esa prebenda. OEA o Áreas Exentas, por ejemplo, serían las adecuadas. Teniendo en cuenta que puede haber alarmas, de cualquier índole que exijan que ese control se lleve a cabo dentro de las terminales portuarias, antes de la salida de la mercancía. Y en cuanto a los servicios de inspección paraaduaneros (sanitarios, plagas y calidad básicamente) podemos encontramos que haya peligro de que la mercancía no reúna condiciones sanitarias o plagas y exista la posibilidad de su expansión si la mercancía sale del recinto portuario. Por lo tanto, no considero del todo justo, cargar las tintas contra toda la administración en general, por esta causa. Ahora bien y volviendo a la cabecera, desde el 14 de marzo de 2020, fecha del confinamiento y declaración del estado de alarma, a causa de la pandemia que cambió el mundo, desaparecieron los vis a vis y con ello la posibilidad de hablar con la administración de forma ágil, eficaz y eficiente, como siempre he conocido. Desde mi más absoluta candidez, pensaba que después de ese confinamiento o algún tiempo después, volveríamos a poder ver, llamar o escribir a esos Inspectores y Técnicos de todos esos Ministerios, de los que depende la cadena de suministro internacional y por ende nuestra profesión de operadores logísticos integrales y no ha sido así. Casi cinco años después, seguimos con la petición de cita previa, imposibilidad de presentarte en un organismo sin ella y escribir, excepto con honrosas excepciones, a través de la sede electrónica. Y ahí si que estamos malgastando recursos y tiempo, que son más recursos, de ambas partes, en resolver temas que no llevarían más que un rato en la mayoría de los casos, tanto y me repito, si fuera blanco, negro o gris. Eso sí que reduciría esos tiempos reclamados por esas autoridades portuarias la pasada semana. Añoro el "siéntese hasta que lo llame o el vuelva Vd. luego, porque la proximidad era, es y será buena siempre. "¿Burócrata yo?, ¡Eso me lo repite Vd. por duplicado y compulsado!" (Forges)
mrocher@operplus.com