¡Más madera es la Guerra!
El tapón de Suez protagonizado por el EVER Given, los estragos generalizados de la pandemia, la invasión de Ucrania y ahora los efectos mariposa del cierre de Shanghai. Mucha madera hubo, hay y habrá.
La estricta política de COVID-Zero del gobierno chino es como abrir la caja de Pandora, y tener millones de ciudadanos chinos confinados a la fuerza, nos está afectando y afectará exponencialmente en los próximos meses. No va a ayudar a proseguir marcha hacia la ansiada recuperación. La exagerada congestión portuaria de Shanghai es, básicamente, más leña al fuego. Tener cientos de buques fondeados a la espera de las decisiones de los armadores resulta problemático. Las alianzas de portacontenedoras aprovechan la oportunidad para hacer BLANK VOYAGES, o incluso cancelar viajes. Muchos hacen cola a la espera de poder llenar sus bodegas, dado que CNSHA supone una gran porción de la carga/descarga de contenedores, bulks y proyectos, en todos las líneas del mundo. Muchos servicios tocan Shanghai o enlazan cargas en sus terminales. El reajuste global de escalas en todos los puertos del mundo, compleja acción, empezará a notarse irremediablemente, y de los costes adicionales, esfuerzos extraordinarios y pérdida de tiempo nadie querrá responsabilizarse.
Metafóricamente, es como estar estrangulando la yugular un rato, la sangre empieza a acumularse y no llega a otras partes dónde debería estar, el tapón a ambos lados empeora sin remedio hasta que se deja de oprimir. Muchas cadenas de suministro están rotas de nuevo, y la subida de precios es inevitable ya, oprimiéndolas un poco más. Los confinamientos totales y complicaciones de movilidad en China, afectan ya gran parte las empresas, pero el efecto mariposa puede resultar aún mayor si cabe.
El motor de comercio chino está a medio gas, y en Yiwu las ventas se han estancado. -"El
mercado está plano como un lago" comentan estos días por ahí. Ello sumado a que por primera vez empieza a sobrar mano de obra, el escenario se ensombrece aún más si cabe. La evidente sobreproducción generalizada de los años precedentes de bonanza económica, no puede mantener los volúmenes en la actual situación de crisis estanflacionaria. En los países occidentales, las subidas de precios no están siendo acompañadas con generación de valor que sustente tal inflación. En la teoría económica clásica, no es un panorama nada halagüeño y se soluciona aumentando la oferta agregada. Se necesita aumentar la eficiencia y optimizar costes, pero es un proceso lento en el tiempo.
Es como cuando Groucho Marx dice en esa mítica escena en la locomotora de vapor: -"Más madera es la Guerra". Estamos quemando todo lo que teníamos a nuestro alcance, no queda apenas nada más que lanzar al fuego, pero puede ir a peor. El confinamiento de Shanghai y otras urbes chinas no tiene solución inmediata, dado que los cierres de las plantas productivas, sumado a las complicaciones en los acarreos locales, provoca efectos devastadores en muchas cadenas de suministro, que se van extendiendo por los mercados globales a medida que van pasando las semanas. Electrónica, microchips, alimentación, automoción, materias primas, cargas de proyectos, textil… muchos sectores afectados y todos los mercados tocados. Lo único gracioso de esta columna es que, Groucho Marx nunca dijo tal célebre frase en la película original.