La correcta gestión logística es la base para el funcionamiento integrado de la empresa. Cada compañía requiere de un plan ajustado y para ello son necesarios los conocimientos de idoneidad de aplicación dentro del sistema logístico. En este punto, la formación de los recursos humanos juega un papel muy importante, ocurre que el dominio del transporte y su organización se ha transformado en uno de los ingredientes esenciales del éxito empresarial debido a la competitividad.

La logística es el conjunto de procedimientos que son indispensables para dirigir la organización de la distribución de un producto, engloba desde que los proveedores proporcionan la materia prima hasta que el producto final llega al cliente. Comprende actividades de planificación, organización y control en lo relacionado con la obtención, el traslado y el almacenamiento de materiales y productos.

Para gozar de un valor añadido, la inversión en formación es de suma relevancia debido al proceso de globalización y el comercio electrónico. Marcan la diferencia aspectos como la innovación, la tecnología y la digitalización para lograr una cadena de suministro más flexible y sostenible. Los conocimientos de los operadores hoy en día son necesarios, ya que ayudan a ganar competitividad y ahorrar costes, por ello, una gestión y organización óptima de la logística en una empresa es algo primordial. Mejorar el nivel de eficacia y eficiencia, alcanzar una posición competitiva, dotar a los trabajadores de habilidades directivas y personales, planificar exitosamente, aportar metodología y dar respuesta a las necesidades específicas de cada empresa determinan la calidad del servicio prestado y son presupuesto insoslayable para la satisfacción del cliente.

Por lo anterior, de forma individualizada apostar por prepararse mediante cursos y/o másteres, así como dentro de las compañías destinar partidas presupuestarias en aprendizaje de los trabajadores es fundamental. Este conjunto es la clave de una estrategia logística adecuada y una mejor posición con respecto a los competidores, para mejorar la rentabilidad de cada negocio y lograr una mayor coordinación de todos los componentes.

En definitiva, en una empresa cuyo objeto no sea el aprovisionamiento, almacenamiento, o distribución, las operaciones logísticas que realiza son una gestión más, contrariamente, cuando está centrada en el ámbito logístico, estas actividades, dejan de ser necesarias y son su valor añadido. Es recomendable revestir a la empresa de recursos humanos cualificados y formados, a mayores las importaciones y exportaciones requieren profesionales muy especializados y con conocimientos teóricos y prácticos de comercio internacional.

Paola Tellols