Shadow Leaders
Todas las organizaciones empresariales, públicas, privadas, de ocio, familiares, todas tienen su líder claramente definido, bien por méritos propios como por impropios, pero ahí están con satisfacción o insatisfacción permanente y de ello depende el futuro de la organización que dirigen, aunque no siempre lideran. No es menos cierto que cabalgar con mayor o menos destreza depende del jinete y más de la montura. Si gestionas un producto tangible que, además tiene "la chispa de la vida" va ser mucho más fácil que gestionar productos intangibles, tanto como son todos los relacionados con la cadena de suministro, los nuestros, los de nuestra profesión, donde el sumun es ganarte la confianza del cliente pero que luego tiene que mantenerse proveyéndole de la excelencia, con la eficacia y eficiencia del servicio que le has vendido, para que no pases a ser un "chanta", expresión latina que define a los vendedores de humo. Al fin y al cabo la satisfacción de un cliente es el resultado de restar a su expectativa, el servicio realmente recibido.
Cuando surgen los problemas y me refiero a auténticos problemas, como la bajada a tumba abierta de una montaña, sin frenos, que estamos viviendo en esta etapa de nuestras vidas aunque parece que vislumbramos el valle, es cuando emergen esos auténticos líderes que viven en la sombra, a la que probablemente casi todos regresarán cuando todo esto pase, bien porque es su zona de confort o bien porque ellos pasan desapercibidos, pero no sus hechos. Son esas personas que en plena crisis, cuando unos nos miramos a la cara en silencio, otros sacan las tijeras, incluso los hay que corren u oran en quien crean, es en esas situaciones cuando empujan, motivan a empujan, tiran y enseñan a tirar del carro, salvaguardando personas, puestos de trabajo y futuro.
En lugar de auto compadecerse, echan mano de su brújula, que nunca pierde el norte, y nos conducen a todos y a nuestros esfuerzos en la misma dirección, dejando de lado cualquier nimiedad individual, para sumarla al bien general, dejando de lado ambiciones públicas, privadas, supuestos ideales y promesas de "chantas". Hasta que todo acaba pasando, porque todo pasa, sin demasiado negativismo ni demasiado positivismo, solo tomando tierra, ya que nunca están las cosas tan mal que no se puedan poner peor. Es cuando esos "Líderes en la sombra" o "Héroes sin capa" vuelven a donde no hay demasiada luz, para pasar desapercibidos, incluso porque en tiempos de paz nadie se fija en ellos, pero más nos vale saber que están ahí, porque tal y como nos comportamos los seres humanos entre nosotros y con la naturaleza, nos van a seguir haciendo falta. "Hay dos tipos de piedras…, una de ellas rueda" (Amelia Earhart, aviadora).