El polo norte es la causa
El cambio climático se acelera y la ruta del norte por el Ártico parece estar cada día más cerca de ser navegable todo el año, ¡hasta sin rompehielos!
La ruta de Asia a Europa del norte actual tiene los días contados, con las consecuencias que va a acarrear. Hoy por hoy, de Shanghai a Rotterdam hay un tránsito de 49 días, pasando por el estrecho de Malaka, el golfo de Adén, el canal de Suez y el estrecho de Gibraltar. Congestiones portuarias, piratas, peajes caros y más de mes y medio. La ruta de la seda del Ártico se puede navegar en 19 días. Evidentemente, existe riesgo congelación de la ruta, pero para eso están los buques rompehielos. En transporte, menor tiempo de tránsito, unido a menor consumo de bunker puede parecer mejor, pero ¿a qué coste? El tiempo lo dirá.
Rusia posee más de la mitad del territorio ártico, y está enfocando sus mayores inversiones en la región. Ya están iniciando una planta de extracción de crudo y gas de 3 trillones de rublos, que Putin afirma generarán un 2% del PIB del país. Es una obra que requiere 400.000 trabajadores, de los cuales muchos serán chinos si lugar a dudas. En Yamal 2, China ha logrado invertir, ostentando una participación del 20%, el máximo que ha tolerado un Kremlin necesitado de liquidez extranjera para la realización de la obra. China no tiene territorio en el Ártico, pero ya tiene presencia, negocios y claros intereses comerciales de la mano de su socio ruso. La ruta de la seda del mar del norte es el futuro. Llegado ese momento, las relevancias de Singapur, Suez y Algeciras mermarán con certeza. El problema para los puertos del Mediterráneo puede centrarse en subida de costes operativos. Menor volumen con misma infraestructura significa mayor precio. ¡Éramos pocos y nos parió la abuela! En términos de servicio, habrá que ver si el volumen del Mediterráneo sigue requiriendo ULCVs (Ultra Large Container Vessel), o si se retorna a los 10.000 TEUS o inferior para las rutas regulares (¿semanales?). Lo iremos viviendo en sucesivos meses y años.
Se estimaba que la ruta del Ártico sería navegable todo el año hacia 2030, pero todo va más rápido de lo deseable. Hay prisa de rusos, chinos y árabes por explotarla comercialmente. El apoyo de Oriente Medio al plan es evidente, dado que se trata de prolongar el modelo basado en el petróleo. Ahora que Occidente trata de dar el vuelco verde, potenciando las energías renovables y los vehículos eléctricos, quizás sea una situación contradictoria. Rusia ya dispone infraestructuras, más de una decena de rompehielos (otros 40 en orderbook) y bases militares en toda la ruta del norte. China dispone del comercio que hará uso de esta vía, y ambos la quieren establecer de manera regular lo antes posible, no hace falta esperar que el Polo Norte se vaya derritiendo por sí mismo, con los rompehielos, ya parece una realidad cercana para el "bloque rojo". En frente, E.E.U.U, acentúa el intervencionismo, atacando al cártel de alianzas navieras. La ruta ártica alternativa que pasa por su territorio y Canadá, está por desarrollar, sin infraestructuras y escasos rompehielos. Lamentablemente, los países europeos con territorios árticos, participan, pero no lideran estos proyectos de futuro.
Veamos cómo se desarrolla la disrupción al orden mundial que supone Ukrania, pero todo lo altera. Alta política internacional, geoestrategia comercial, militar, ambiciones imperialistas, ansias de futuro, todo vale, pero parece que el Polo Norte es la causa.
Quim Eugene’s