En la vida y en los negocios, el timing es decisivo. En logística, obviamente, los tiempos son decisivos.

Pero hay logísticas y LOGÍSTICA. En estos tiempos complicados y pandémicos, la LOGÍSTICA en tiempo y forma, controlando costes, resulta decisiva, vital.

Trabajamos en un gremio complicado, repleto de jugadores, y dentro de la burbuja en la que vivíamos, no cabían tantos actores, ni grandes, ni PYMES, ni muy pequeños. La competencia agresiva, ya era complicada de lidiar en esos buenos tiempos. Tras las crisis previas del sector acaecidas en 2008 y 2012, todavía había reminiscencias de las bonanzas y fondo de la última gran época del 2004-2008. Ahora, ¿tras el COVID-19?, sin haber reforzado las estructuras, estamos mucho menos preparados para afrontar este caos y desastre total, que antaño. No solo logísticamente, más bien societariamente.

Ha llegado el momento de la verdad. Pensemos un poco en la que se nos avecina, y actuemos en consecuencia. Dejemos reminiscencias pasadas, las cuales parece que tardarán en volver a nuestras vidas, a nuestros trabajos, a nuestra logística… Son tiempos de cambio, y este timing debemos manejarlo lo mejor que podamos en nuestro sector, que ahora, se reconoce como esencial. La extendida práctica habitual de copiar e imitar al vecino ya no parece la estrategia más recomendable, más bien, adaptarse rápidamente a la nueva realidad social y de comercio puede resultar más interesante, que esperar a ver qué se cuece en el sector. Analizar, planificar, actuar en consecuencia, transformarnos, reinventarnos, son aspectos a los que estamos, por desgracia poco habituados. La bonanza económica facilita el apalancamiento. "Lo hacemos como siempre lo hemos hecho, y nos va bien" es una afirmación reiterada en el mundo empresarial, que quizás valía en tiempos anteriores. En los tiempos actuales y
venideros, habrá que cambiar el chip, y evolucionar acorde con la realidad que se nos avecina.

La globalización y digitalización conllevan una evidente aceleración de timings nunca antes conocida. Los ciclos económicos se han acortado de manera drástica y los cambios en nuestras vidas se producen a una velocidad vertiginosa. ¿Es esto positivo o negativo? Depende de a quien le preguntes, o más bien de la generación a la que te remitas, pero es lo que hay y habrá. En estos momentos de máxima incertidumbre, la teoría darwiniana de la evolución puede ayudar a comprender el escenario y servir de base conceptual a nuestras actuaciones venideras. Nos vemos forzados a adaptarnos a la realidad y logística post COVID-19, y ello requiere un nuevo esfuerzo, rápido, ágil, audaz y flexible cuanto menos.

Ahora que los aplausos de las 20:00h se han tornado en terrazas, cañas y tapas, después de los sanitarios, la sociedad empieza a valorar también a los héroes logísticos, no sólo a los de la última milla, a los camioneros o a los del almacén… en la cadena logística hay mucho más detrás. Desde los profesionales transitarios, a los despachantes de aduanas, a los agentes en origen, y obviamente todos los equipos humanos que ofrecemos estos esenciales servicios logísticos. Pero nosotros, el sector logístico, no necesitamos de aplausos momentáneos, ni reconocimiento societario. Lo que queremos es seguir ofreciendo este servicio esencial que sabemos hacer y nos apasiona. En las buenas y en las maduras. El timing para la nueva logística, adaptarse a la nueva normalidad toca y pertoca.