Pase que alguien cuestione la caducidad o no de la Declaración de Impacto Ambiental , aunque sea por desconocimiento, y pase que ese mismo se empecine en dar pasos hacia atrás en la reclamada integración puerto-ciudad o que emprenda batallas en nombre de la huerta de los que nunca tuvieron huerta.

Pase que la falta de argumentos técnicos y la lucha por el poder calienten los ánimos y enfríen los corazones, pero lo que no cuadra bajo ningún concepto es el insulto y la agresión. Y como parte circunstancial del entorno portuario, del puerto de Valencia, nos sentimos atacados sin razón (y lo digo en el más amplio sentido de la palabra, el de no aportar ni alternativas ni documentos que acrediten) y en lo más sagrado. Ilegal y sin ética. Así dibuja Compromís al puerto de Valencia en el texto que traslada el grupo al Senado contra la ampliación del puerto de Valencia y que pone otra vez en el disparadero al proyecto que garantizaría la competitividad del primer puerto comercial de España, el cuarto de Europa y el vigésimosexto del mundo, arrastrando con el mismo barro lo que esto supone en términos de crecimiento y desarrollo económico.

Frente a los números, objetivos y claros, que aporta la APV y que convierten la Ampliación Norte en proyecto más que aconsejable (1.100 millones de inversión por parte de TIL y más de 40.000 empleos entre directos e indirectos), observamos desconcertados la retahíla de letanías del grupo que preside Enric Morera.

Ya nos habíamos hecho el petate para ir a Mallorca dando un paseo y disfrutar del mar, cuando de nuevo nos sorprenden y, ni cortos ni perezosos, elaboran (¡y presentan!) una moción sobre el puerto de Valencia en el Senado. Y con las mismas, piden que se revise un proyecto que, pasados no pocos trámites, debe ahora valorar SU LEGALIDAD e incluso que se revisione la iniciativa y se replantea la visión conjunta del "futuro del litoral valenciano y su área metropolitana". Vamos, que hay que tiempo para recrearnos en pensar en el sexo de los ángeles, con un proyecto ultimado que ha conseguido, no sin mucho esfuerzo, captar la atención de uno de los principales operadores logísticos.

Suma y sigue. No contentos con esto llega el coste sanitario. Compromís "insta al gobierno de España a colaborar con el Consell para hacer un mapa de la contaminación del área de influencia del puerto siguiendo el que marca la Directiva Europea". ¿En serio? ¿Y por qué no analizamos el coste sanitario del tráfico en la calle colón (Salvador Navarro "dixit") o de las mascletás falleras? ¿Insinúan que el puerto de Valencia no cumple las directivas ambientales?
¿Qué no apuesta por la sostenibilidad?

Pues si de instar se trata, les insto a ser más responsables. Con sus votantes y con los ciudadanos. Y a no lanzar lo que a priori son bulos sin sustento que generan un daño que difícilmente borrarán luego el crecimiento y los nuevos empleos. Cierro los ojos y me parece estar en campaña electoral sin elecciones.