La evolución de los contactos o negociaciones que se están llevando a cabo en el puerto de Gijón (El Musel) entre los responsables de la Autoridad Portuaria y de Coordinadora de rabajadors del Mar tiene a todo el sector de la estiba a nivel nacional en una situación de incertidumbre ante las repercusiones que pueden tener en el resto de puertos de interés general.

La situación planteada en el puerto de Gijón, concretamente en las instalaciones correspondientes a Ebhisa, al no operar con trabajadores del censo de la Sociedad Estatal de Estiba y Desestiba del Puerto ya ha motivado varios paros y concentraciones por parte de los trabajadores portuarios, con el fin de reconducir la situación, pero sin éxito.

Estos últimos días parece ser que se iban a volver a reunir representantes de ambas partes, con un moderador aceptado previamente como interlocutor válido, con el fin de encontrar una solución a la diferente interpretación que dan ambas corporaciones al texto de la Ley de Puertos.

Además, también parecer ser que ha habido reuniones entre presidentes de diferentes puertos para analizar la situación ya que este problema afecta a todos los puertos y se debe de encontrar una solución que se ajuste a la legalidad vigente para evitar disparidad de criterios.

Por parte de Coordinadora se está intentando encontrar una solución negociada, apurando todas las posibilidades de negociación. En este sentido, responsables de este sindicato se han reunido con representantes socialistas de varias comunidades autónomas con el fin de reconducir la situación.

Por otro lado, este sindicato ya ha obtenido el apoyo de otras organizaciones sindicales como UGT y CIGA para convocar una huelga en todos los puertos de interés general, que podría convocarse la semana próxima. Esta huelga parece ser que será indefinida, pero con semanas de actividad intercaladas. En principio, sería una semana de paro y una de normalidad. Luego serían dos semanas de paro y una de normalidad y así seguirían aumentando los periodos de paro en una semana.

Estos hechos, comentarios y rumores están circulando por los distintos puertos de interés general, generando la incertidumbre señalada al principio entre las partes integrantes de la estiba, tanto trabajadores como empresarios y autoridades, que pueden ver afectada gravemente su actividad y sobre todo sabiendo que no pueden solucionar nada al ser un problema que está fuera de su control.

De todas formas, hay que tener un grado de confianza en las partes para que al final se imponga la cordura frente a posturas intransigentes y se llegue a una solución válida para todas las partes. Lo que hoy es un problema, mañana puede ser que no exista, ya que con el cambio de gobierno que se va a producir, tras la victoria electoral del PSOE, ya se está especulando con una nueva modificación de la Ley de Puertos, como se la conoce popularmente, al no estar conforme este partido con la redacción actual de la Ley, normativa a la que se presentaron enmiendas durante su tramitación en el Congreso y en el Senado, sin que fueran tenidas en cuenta.

Ahora sólo falta esperar a ver qué sucede en las negociaciones y reuniones que se están manteniendo en Gijón o en los cambios que se van a producir en el Ministerio de Infraestructuras, cómo se va a llamar a partir de ahora el Ministerio de Fomento y, consecuentemente, en Puertos del Estado.