Editorial
La productividad: objetivo prioritario
El año que hemos iniciado, además del reto de la Copa américa, el puerto de Valencia tiene como objetivo mejorar la productividad en las operaciones portuarias. Está claro que con los niveles de rendimiento que se obtienen en la actualidad por mano en la operativa del buque somos poco competitivos, máxime cuando hay puertos sin las instalaciones, medios mecánicos y tecnologías inferiores a las que se utilizan en la actualidad en Valencia.
Para intentar mejorar esta situación, de la que nadie asume su parte de culpa, se ha hecho un análisis de todo el procedimiento que se sigue en la operativa portuaria, a cargo de una empresa externa al puerto, en la que se recogen una serie de ineficiencias, problemas y procedimientos inadecuados que afectan a todas las partes implicadas. Ahora, lo que procede es analizar cada uno de los problemas que se denuncian en este trabajo, sean quienes sean los responsables e intentar encontrar una solución a los mismos, que nos permita recuperar niveles de productividad que ya no se producían anteriormente en el puerto de Valencia.
Estos niveles nos pueden ayudar a recuperar a su vez la credibilidad o confianza peridad ante los armadores.
El problema de la falta de productividad, además de los propios de operativos o ineficiencias
detectadas por los consultores, está motivado por un cúmulo de circunstancias, que en algunos casos ha sido externo a la propia secuencia de la operación.
Por un lado, está la falta de personal portuario, que sí ya se venía produciendo en los años anteriores por el propio crecimiento del tráfico, se vio incrementado al no poder doblar las jornadas de trabajo de un día para otro. Esta situación fue motivada por la denuncia ante la Magistratura de Trabajo del uso de este sistema en las operaciones portuarias y duplicó las necesidades de personal cualificado, no de mano de obra, que se hubieran podido cubrir con trabajadores de la Oficina de Empleo. Todavía hoy se está intentando solventar esta situación.
Otro problema añadido, pero beneficioso para el puerto, ha sido el incremento de los transbordos. Ser un puerto hub tiene importantes beneficios, pero también sus complicaciones, sino se quieren definir como problemas. Conseguir la escala de los buques interoceánicos, que aporta competitividad a nuestros productos al no tener que soportar costes añadidos, implica tener buques nodriza que aporten tráfico de/para otros puertos. Lo que hoy denominados transbordos, que incrementan el uso de espacio y de manipulación portuaria.
El incremento de este tráfico, que es difícil de cuantificar a priori, también ha afectado a la operativa portuaria, que en poco tiempo ha sufrido un gran incremento, con los consiguientes problemas de control y coordinación, con el propio incremento del tráfico total.
Está claro que con la incorporación de personal, formación adecuada y los incrementos de maquinaria e infraestructuras, además de la detección de las ineficiencias, se pueden establecer los remedios y mecanismos adecuados para volver a tener unos rendimientos competitivos con los de otros puertos del Mediterráneo para seguir siendo los líderes en el tráfico comercial de contenedores.
Todo esto pasa por mantener el diálogo y la negociación entre todas las partes con el fin de alcanzar este objetivos, ya que los armadores no admiten más excusas y quieren saber cuando entra su buque y cuando sale, puesto que sus escalas están sujetas a un itinerario y un tiempo de rotación queestá coordinado con los buques feeder. Esperemos que el nuevo año permita conseguir este objetivo por el el bien de todos.