China es uno de los destinos más atractivos del mundo para la inversión extranjera, debido a que constituye un gran centro de fabricación y un mercado estratégico, de gran potencial para el futuro de los negocios. La importancia de China como una gran plataforma logística y centro de consumo y producción propicia que muchas empresas se establezcan en aquel país para realizar negocios de múltiples formas:
1) Exportando a China, contemplándola como un mercado de 180.000.000 de consumidores.
2) Importando de China, aprovechando los menores costes de producción.
3) Produciendo en China para el mercado local (frente a los tópicos de la tan temida deslocalización, según fuentes de la Cámara de Comercio Europea en China: “La primera motivación para hacer negocios con China por empresas de bienes industriales europeas es producir en China para vender en China”).
4) Produciendo en China para vender en España (deslocalizando sus procesos de producción en dicho país para ahorrarse costes, no solo de mano de obra sino de su infraestructura, adquisición de materias prima, etc).
5) Produciendo en China para vender en terceros mercados.
6) Captando inversiones chinas en España.
7) Finalmente, otra forma de hacer negocios con China es la cooperación con empresas chinas en terceros mercados.

China, a través de la antigua colonia británica de Hong Kong, pone en práctica la fórmula de un país, dos sistemas, consistente en el mantenimiento de un sistema económico capitalista en Hong Kong bajo un país de ideología comunista. Por tanto, en Hong Kong no existen restricciones para las empresas extranjeras, existiendo libertad de cambio, así como distintos mecanismos para la protección de la propiedad intelectual; mayor transparencia que en la China Continental; escasa burocracia; sencillez de los procedimientos; sector financiero independiente y avanzado; separación de poderes con un poder judicial independiente del Gobierno y apoyado en el sistema jurídico consuetudinario británico que tiene como idioma cooficial el inglés.
En definitiva China la gran potencia emergida, ofrece un potencial económico al que el empresario español no debe renunciar y por ello mismo ha de posicionarse en todos aquellos sectores en los que China ofrece una oportunidad de negocio, instalándose en la China de la tecnología, la innovación y la mejora continua, en un país tan inmenso como apasionante.