Informe ambiental europeo: queda mucho por respetar, participar y hacer
Como cada cinco años, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) presentó el pasado 30 de noviembre de 2010 su Informe sobre la situación y las perspectivas del medio ambiente -denominado informe SOER2010- en los países de su actuación que son los 27 propios de la UE (Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia y Reino Unido) junto a Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza y Turquía; constando como colaboradores de la propia AEMA: Albania, Bosnia y Herzegovina, Croacia, la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Montenegro y Serbia.
www.eea.europa.eu/soeren
El informe SOER2010 concluye que solamente un enfoque integrado de la economía y la ecología -esto es, algo que no se práctica de modo generalizado- puede dar lugar a una sostenibilidad económica, ambiental y social; pues, actualmente, la demanda mundial acelerada de recursos naturales -para alimentar, vestir, alojar y transportar a la población- está ejerciendo, al tiempo, una mayor presión sobre los ecosistemas, las economías y la cohesión social tanto en Europa como en otras partes del mundo. Así, se consumen más recursos naturales de lo que es ecológicamente seguro.
Dicho enfoque integrado supone:
- que todos los recursos ambientales -la biodiversidad, el suelo, el carbono, los ríos, los mares y el aire que respiramos- se consideren plenamente en las decisiones relativas a la producción, el consumo y el comercio mundial de bienes y servicios.
- que deben participar tanto las autoridades como los ciudadanos y los operadores económicos en la adopción de decisiones ambientales para encontrar maneras innovadoras y más eficientes de utilización de los recursos.
- recalcar la necesaria gestión de los recursos basada en el capital natural mediante una mayor comprensión de los vínculos entre el cambio climático, la biodiversidad, el uso de los recursos y la salud de las personas, así como mediante herramientas como la ordenación territorial, la reforma fiscal ecológica, la prevención de la contaminación y la contabilidad de recursos.
En concreto y por apartados:
- Cambio climático: la UE ha realizado progresos a la hora de reducir las emisiones y extender el uso de las energías renovables. Las emisiones de la UE-27 en 2009 se encuentran un 17 % por debajo del nivel de 1990 y, por tanto, muy cerca del objetivo del bloque de reducir las emisiones en un 20 % para 2020. No obstante, las tendencias sectoriales no son siempre positivas, como las emisiones relativas al transporte en la UE-27 aumentaron un 24 % entre 1990 y 2008.
- Adaptación al cambio climático: Europa no solo debe cumplir sus objetivos de reducción de emisiones para el año 2020, sino que se precisa una adaptación a los efectos continuos y esperados del cambio climático; pudiendo ayudar a ello una gestión específica del capital natural.
- Biodiversidad, ecosistemas y salud de las personas: La red Natura 2000 de zonas protegidas -que, actualmente, abarca casi el 18 % del suelo de la UE- ha ayudado a proteger a las especies amenazadas y a preservar los espacios verdes para el ocio. La legislación en materia de calidad del aire y del agua ha reducido la presión sobre la biodiversidad y las personas. Por contra, la intensificación del uso del suelo, la pérdida de hábitats y la sobrepesca han impedido que la UE alcanzara su objetivo de detener la pérdida de biodiversidad para el año 2010.
- Soluciones integradas con una perspectiva global: Al mostrar los numerosos vínculos entre los diferentes retos -incluidos los ambientales-, el SOER2010 nos alienta a incrementar las acciones integradas en diferentes ámbitos políticos que enfrentan estos retos, a fin de lograr mejoras con mayor rapidez y maximizar los beneficios complementarios (por ejemplo mitigar el cambio climático y mejorar la calidad del aire al mismo tiempo).
- Eficiencia de los recursos: Los alimentos, la energía y la seguridad del agua son las principales fuerzas motrices del uso del suelo dado que a menudo aumentan las demandas contradictorias (por ejemplo alimentos, pienso y combustible). Una contabilidad y una tarifación que tenga plenamente en cuenta los efectos del uso de los recursos son esenciales para dirigir a las empresas y a los consumidores hacia un mejor aprovechamiento de los recursos.
- Implicación de los ciudadanos: La política por sí sola no puede detener o invertir las tendencias medioambientales. Hemos de incrementar el número de ciudadanos comprometidos a reducir su impacto sobre el medio ambiente implicándolos en la recopilación de datos y a través de los medios sociales.
Andrés Ortolà-Jurista Ambiental