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La bitácora del puerto
VM, 17/09/2010

Este año creo que ha sido el año que más personas cercanas a mi han hecho El Camino de Santiago, y os garantizo que nada tiene que ver con que España ganó la Copa del Mundo, por eso de las promesas, aunque más de uno ha tenido que cumplir su promesa tras el mundial y pegarse una buena caminata de varias etapas. El vecino de al lado de la playa, el vecino de enfrente, incluso mi hermano y mi sobrino este año se han atrevido a hacerla encima de una bicicleta. Aún hay quien tiene secuelas después de 3 años, a eso si pero su periplo empezó desde Roncesvalles, y hoy día sigue con sus pies que no son los que eran antes de semejante andante tortura.

Como bien sabemos El Camino de Santiago es una ruta que recorren los peregrinos procedentes de España y de toda Europa para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor. Durante toda la Edad Media fue muy concurrido, después fue ligeramente olvidado y en la época actual ha vuelto a tomar un gran auge. Con el paso del tiempo ha sido declarado, por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad; Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y ha recibido el título honorífico de Calle mayor de Europa.

En fin, hay gente para todo. Ya no solo por el mero hecho de hacerlo, que ya tiene mérito y no está ausente de una buena preparación para enfrentarse a ello y que a buen seguro, intentarán no volver a hacer a medio plazo, sino la forma de enfrentarse a semejante cantidad de kilómetros.

Una gran mayoría lo realiza andado como se hacía en la Edad Media que ya sabemos todos lo que eso conlleva, que si el calzado, que si ropa cómoda, que si las ampollas... Hoy día se ha introducido la bicicleta, que no creáis que es fácil, ya que el recorrido es mayoritariamente por pistas, caminos de tierra y a menudo con muchas piedras, y si encima en las jornadas anteriores ha hecho acto de presencia la lluvia… no os quiero ni contar. Hay quien opta a hacerlo montado a caballo, siendo quizás, la manera más complicada, más antigua, bonita y gratificante. Ahora bien, hay que tenerlo bien organizado puesto que en todos los lugares no pueden dormir los animales. ¿Entonces? una vez llegan a caballo a Santiago de Compostela...

¿A quién le dan el diploma al jinete o al caballo?
Uno de los caminos jacobeos menos conocidos es el que se realiza por agua, que parte desde la desembocadura de la ría de Arousa, y remonta parte del río Ulla hasta las inmediaciones de la localidad de Padrón. La travesía inevitablemente se tiene que hacer en barco, y durante el trayecto se recrea la llegada a Galicia de los restos del apóstol por mar desde Palestina en el lejano año 44 d.C. Actualmente, muy pocos barcos emprenden esta ruta por su larga duración, pues recorrerla íntegramente supondría varias horas de navegación y para saborearla en su totalidad el barco se debería de plantear una jornada de unas seis o siete horas. También al ser un recorrido bastante largo sería necesario el manejo del barco por un patrón ya experimentado, pues no son pocas las zonas fluviales donde el calado es bastante escaso.

Por este motivo, las travesías se deben realizar obligatoriamente en días y franjas horarias de marea alta, pues cuando el mar se vacía es prácticamente imposible navegar en algunas zonas fluviales. La hora de partida de la expedición también la marca la marea, ya que hay que realizar la travesía aprovechando el momento en que el nivel del mar está más alto. Tras unas cuantas millas navegando y contemplando esos preciosos paisajes fluviales, el barco llega hasta el pequeño puerto deportivo de Pontecesures, final de esta ruta. El barco no se detiene, se limita a dar giro a su popa para volver de nuevo camino hacia la ría que lo ha traído.

Bueno, hemos podido observar que todo el mundo que se plantea hacer el Camino de
Santiago se tiene que preparar a conciencia para ello, la haga como lo haga, pero eso sí, nadie se queda sin recibir la ayuda de todas las gentes, ayuntamientos, etc., que se encuentran en el camino, aún siendo personas totalmente sanas y capacitadas para llegar al fin de ese tormentoso camino. Todo esto lo podemos extrapolar a cualquier camino complicado de nuestra vida cotidiana y seguiremos buscando ese final…, y también encontraremos en este camino a gentes que necesiten de esa ayuda que el peregrino recibe, pero en este caso, las gentes y ayuntamientos tendremos que ser nosotros para hacerles la vida más fácil a estas personas, sin tener que esperar a una ley de dependencia como Dios manda y que nunca llega.

Benditos abrazos.

Nacho Cigalat
nacho.cigalat@yachtsinmotion.es


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